Este viernes el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ponía fin a su confinamiento domiciliario y lo hacía con una visita a una explotación ganadera ubicada en Las Navas del Marqués, a pocos metros de su chalet situado en de las urbanizaciones de lujo de Ávila, Ciudad Ducal.

Allí, el dirigente popular, presionado por los periodistas, que le apuntaron que les había llevado a un negocio extensivo y no intensivo, se comprometía a trasladarles la próxima semana a una macrogranja para enseñarle a los españoles los beneficios de este tipo de explotación ganadera. En concreto, Casado afirmó, entre risas, que se desplazaría hasta Meneses de Campos (Palencia) “a ver una ganadería intensiva sin ningún problema”: “Yo apoyo a toda la ganadería de España. La intensiva y la extensiva. Porque toda la ganadería cumple estrictas medidas de seguridad alimentaria. Como veo que están interesado en que vaya a la ganadería intensiva, no pasa nada. La semana que viene iremos a Meneses de Campos a ver una ganadería intensiva”.

Una afirmación cuanto menos dudosa, puesto que precisamente los vecinos de la localidad, así como los ecologistas, han paralizado, al menos de momento, el proyecto de macrogranaja en la localidad, tras ponerse en pie de guerra contra el proyecto que fomento el actual alcalde, Alberto Blanco, primo del líder del PP y que irá en los terrenos vendidos por otro primo de Casado, Guillermo Blanco, y teniente de alcalde en el Consistorio.

Tal y como informaba ‘eldiario.es’ en junio de 2020, cuando el proyecto de la macrogranja daba sus primeros pasos, los vecinos de Meneses y alrededores (Capillas, Boada del Campo, Belmonte…) se alzaron contra la por aquel entonces todavia idea debido al “olor fétido” que dejaría en la zona. Asimismo, tampoco ayudó que el vendedor de las tierras fuera Guillermo Blanco, teniente alcalde de Meneses y primo, tanto del alcalde de la localidad, como del propio Casado.