Antonio Juan Vidal, marido de la presentadora y actriz Paz Padilla, ha fallecido este sábado a los 53 años de edad víctima de un tumor cerebral que le fue diagnosticado el año pasado.

Vidal ha sido el amor de juventud de Padilla (fueron novios cuando tal solo tenía ella 14 años), y tras divorciarse de Albert Ferrer, padre de su hija Anna, la humorista se casó dos décadas después de su primer noviazgo con el abogado hace cuatro años en una romántica boda celebrada en Zahara de los Atunes (Cádiz).

Padilla, que no acostumbra a hablar de su vida privada en las redes sociales, le dedicó el 14 de febrero una emotiva carta a Vidal en Instagram declarando lo enamorada que estaba de su “Neptuno”. “Cada momento vivido con él me pone boca bajo, es mi Neptuno. Sé que recorrería miles de océanos para estar conmigo, me protege de todas las tormentas, quisiera evitarme los tsunamis que te da la vida. Cuando éramos chiquititos, me hacía agarrarme a sus hombros y me sumergía debajo de las aguas. Yo me agarraba a su pecho y el me llevaba a sus espaldas mientras recorría el fondo del mar, me hacía sentir una sirena libre en la espuma de nuestro paraíso, las playas de Zahara de los Atunes. No hay ser más noble, bondadoso y generoso como él. Yo al contrario que Sabina, si lo quiero domingo por la tarde. Yo si quiero columpio en el jardín. Lo que yo quiero, corazón cobarde. Es que muero por ti. Y morirme contigo si te matas. Y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata. Porque amores que matan nunca mueren. Fuiste mi primer amor y te aseguro serás el ultimo”, escribió la presentadora.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Cada momento vivido con el me pone boca bajo, es mi Neptuno. Se que recorrería miles de océanos para estar conmigo, me protege de todas las tormentas, quisiera evitarme los tsunamis que te da la vida. Cuando éramos chiquititos, me hacía agarrarme a sus hombros y me sumergía debajo de las aguas. Yo me agarraba a su pecho y el me llevaba a sus espaldas mientras recorría el fondo del mar, me hacía sentir una sirena libre en la espuma de nuestro paraíso, las playas de zahara de los Atunes. No hay ser más noble, bondadoso y generoso como él. Yo al contrario que Sabina, si lo quiero domingo por la tarde. Yo si quiero columpio en el jardín. Lo que yo quiero, corazón cobarde. Es que muero por ti. Y morirme contigo si te matas. Y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata. Porque amores que matan nunca mueren. Fuiste mi primer amor y te aseguro serás el ultimo.

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Cabe destacar que este no es el primer golpe grande que sufre Padilla, ya que hace casi cinco meses también falleció su madre, Dolores Díaz, a los 91 años después de estar varios meses ingresa en el hospital Puerta del Mar de Cádiz tras sufrir un accidente y romperse la cadera.