Pilar Eyre ha desvelado el tenso momento privado entre Juan Carlos I y Camila, además del desplante que el marido de esta, Carlos III del Reino Unido, también tuvo con él. La experta en monarquía ha dejado claro el poco aprecio que tiene la Casa Real británica por el rey emérito español mediante las dos primeras frases de su último artículo en la revista Lecturas: "Le hicieron el vacío. Lo ningunearon".

El suceso ocurrió, según ha relatado Eyre, en la tarde del domingo, 18 de septiembre, durante la recepción de la Casa Real británica a las autoridades internacionales en el Palacio de Buckingham, ya que un día después se celebraba el funeral de Estado en homenaje a la reina Isabel II. Entre críticas de la prensa del Reino Unido por su asistencia, Juan Carlos "se había empeñado en asistir al funeral de su parienta lejanísima".

"El deshonrado rey desafía a su gobierno y a su hijo" o "¡Los pelos de punta ante esta invitación!" fueron algunas frases de sorpresa y rechazo hacia la visita del rey emérito que se pudieron leer en los diarios ingleses. Sin embargo, y pese a que una monarquía "que se aguanta de forma precaria" en España, Juan Carlos tenía la intención de "romper el cordón sanitario que se ha establecido a su alrededor desde que se hicieron públicas las tropelías que ha cometido", pero Eyre ha asegurado que "la jugada no le salió como esperaba".

El tenso momento entre Juan Carlos I y Camila

Durante la recepción a las autoridades internacionales en el Palacio de Buckingham del domingo, 18 de septiembre, Pilar Eyre ha destapado que el fin del emérito era mantener una conversación con el rey Carlos III para "pedirle tal vez su apoyo en el frente que tiene abierto con Corinna en los tribunales ingleses" y "recuperar su imagen frente a su hijo y la opinión pública". Por ello, el rey emérito español, cuando visualizó su objetivo, "avanzó con tanta rapidez que su ayudante apenas podía sujetarlo", un empleado que le asiste debido a sus problemas de movilidad.

En vista de sus intenciones, Eyre ha aseverado que el nuevo rey inglés evitó el encuentro a toda costa, así que Juan Carlos, al darse cuenta de ello, "consiguió aproximarse a Camila", su mujer y reina consorte del Reino Unido, para "agarrarla con intención de darle dos calurosos besos en las mejillas, pero pareció resistirse al gesto, apoyando las dos manos en el pecho del emérito".

La periodista ha desvelado, según sus fuentes presenciales, que este se "iba poniendo más y más nervioso" y "optó por colocarse en una especie de pequeña cola que se había formado para saludar a Carlos", lo que al final hizo que consiguiera "retenerlo estrechándole la mano", aunque la "incomodidad" de él era palpable, además de su "intención de no concederle ni un minuto de atención". Al final, el monarca británico, "con el pretexto de saludar a otro invitado", dejó a Juan Carlos "con la palabra en la boca" y, ante esta situación, Eyre ha desvelado que la misma fuente le ha trasladado que "daba entre pena y vergüenza ajena".