Iñaki Urdangarin habría viajado el fin de semana a Suiza, según adelanta en su último número Lecturas, a despedirse de la infanta Cristina y de sus hijos tras el revuelo creado por la instantánea que dejó a la luz la ruptura del matrimonio: la del exduque de Palma de la mano de su nueva novia "desde hace cinco meses". Según cuenta Pilar Eyre, en la misma revista, la relación estaba prácticamente rota desde finales de 2018 y mientras Urdangarin permanecía en la prisión de Brieva, la hermana del Rey habría consultado con un abogado especializado en divorcios.

Según desvela la periodista, cuatro días después de que fueran tomadas las fotos en una playa cercana a Bidart, el sábado 15, Urdangarin, que cumplía 54 años, se fue a esquiar con su hijo Miguel, y tal vez algún otro, al Valle de Arán, mientras los medios de comunicación publicaron que lo estaba celebrando con su mujer en su casa de Vitoria.

Hablaban "despreocupados" en euskera

"Se equivocaban una vez más. Ese día, Iñaki estaba esquiando en el Valle de Arán. Sin la infanta. En concreto, a las once de la mañana estaba haciendo cola en el Pla de Baqueira, en el telesilla 6. Con su viejo anorak gris, sin ocultar su rostro –como solía hacer estos últimos años para evitar que lo reconocieran e insultaran–, bromeaba con su hijo Miguel y otro chico imposible de identificar, ya que iba con gafas y casco. Hablaban quitándose la palabra unos a otros, Miguel repetía “aita”. Porque los tres hablaban en ¡euskera! ¡Iñaki habla con sus hijos en lengua vasca! Es algo que llamó la atención de las personas que estaban en la cola del telesilla", relata Eyre en su blog de Lecturas.

"Se les veía despreocupados y felices, Iñaki no sabía que iban a salir las fotos e ignoraba", dice Eyre, "que su matrimonio se iba a convertir oficialmente en historia. Después se les unió una niña, tal vez Irene, y bajaban dando gritos, haciendo carreras por las pistas más peligrosas, porque tienen un nivel de esquí muy alto. No llevaban escolta", añade la cronista.

Cristina avisó a su aún marido de la foto

Pilar Eyre asegura que los hijos sabían de la separación de sus padres, aunque "parece evidente que desconocían que su padre tenía novia. Y debieron enterarse el mismo día que el resto de la familia: el martes 18 de enero, cuando un ejemplar de esta revista llegó a la Zarzuela, un día antes de que estuviera en los quioscos. Primero lo vieron los Reyes, que se llevaron una gran sorpresa, y avisaron al resto de la familia, incluida Cristina. Esta se lo comunicó a su todavía marido, que desconocía que esas imágenes fueran a ver la luz".

La infanta, "un gran partido por la fortuna del Rey emérito"

Eyre añade que "desde finales de 2018" Iñaki "está prácticamente separado de su mujer." y que "cuando permanecía en la prisión de Brieva se contaba que la infanta iba a verlo dos veces a la semana, pero no hubo ni una imagen, cuando sí se fotografiaban las visitas de las hermanas y los hijos. En esas fechas, Cristina consultó con un letrado especializado en divorcios". Una decisión que la infanta habría parado al entender "lo antiestético que resultaría separarse del marido encarcelado".

Para la cronista de Zarzuela, a pesar de todo la Infanta tiene un futuro amoroso alentador, ya que "será un gran partido como heredera de la inmensa fortuna de su padre, 1.800 millones de euros según la revista Forbes, a repartir solo con su hermana, ya que Felipe anunció que renunciaba a ella". Sin embargo, Urfdangarin "está en la ruina, ya que ha tenido que pagar 750.000 euros como multa e indemnizaciones por el caso Nóos y está trabajando por un sueldo mileurista. Quizás emprenda una carrera mediática, participe en ‘MasterChef’, conceda entrevistas exclusivas o escriba sus memorias. Que tiemble la Zarzuela".