El pasado domingo se suspendía la función de Jorge Javier Vázquez en Tudela, tras ser ingresado éste en el hospital. Pocas horas después, se daba a conocer el porqué.

A través de un comunicado, el Hospital Universitario Sanitas de la Zarzuela de Madrid, informaba, a petición del presentador de Mediaset, de que ingresó en el centro “con un cuadro de hemorragia subaracnoidea de origen aneurismático que fue tratada por vía endovascular con un resultado plenamente satisfactorio”.

No es la primera vez que es noticia que un conocido rostro de la televisión se enfrenta a algo parecido. María Teresa Campos, sufrió en 2017 un ictus. La presentadora contó por aquel entonces cómo comenzó a sentir una parálisis facial, mareos y pérdida de visión en uno de los ojos, por lo que se apresuró a acudir de urgencias.

En el caso de María Escario, ésta notó “como si le asestaran un golpe con un bate de béisbol en la nuca”. La periodista de RTVE sufrió un derrame el 13 de febrero de 2012 en los Premios TP. “Cuando llegué al photocall, empecé a sentir un dolor inmenso en la nuca y me puse muy mala: se me descompuso todo el cuerpo, me entró una rigidez tremenda en el cuello, se me iban los ojos, vomitaba… Notaba que me estaba muriendo”, explicaba.  


En el mundo de la música, dos casos saltaron a los titulares. El de Joaquín Sabina, que, en agosto de 2001, sufrió un accidente isquémico cerebral leve y el de Montserrat Caballé, que también tuvo un infarto de estas características en 2012.

Más grave fue lo que le sucedió a la actriz Silvia Abascal que, en 2011, ingresó en el hospital tras sentirse mal mientras se preparaba para la alfombra roja del Festival de Málaga. “Noté unos latigazos enormes en los oídos”, narró a los medios de comunicación tras su recuperación. Una hemorragia cerebral, debido a una malformación congénita, le hizo pasar por un largo proceso de recuperación. La intérprete llegó a plasmar su experiencia, en un libro que lleva por título Todo un viaje.

Alfredo Landa sufrió un ictus en pleno directo en 2008. Lo que fue interpretado como emoción cuando pronunció su discurso en la gala del cine en la que recibió el Goya Honorífico, en era en realidad la sintomatología del accidente cerebrovascular.  

Otro de los casos más conocidos es el de Jaime de Marichalar. El exmarido de la infanta Elena tuvo un accidente cerebrovascular en diciembre de 2001, del que le quedaron secuelas visibles.

El ciclista Alberto Contador también sufrió una hemorragia cerebral. Tenía 21 años y disputaba en ese momento una etapa de la Vuelta a Asturias de 2004. En plena carrera ciclista el deportista notó que se le iba la vista.

Fuera de nuestras fronteras, han saltado a los titulares los accidentes cerebrovasculares sufridos por la actriz Sharon Stone, los actores Kirk Douglas y Jean Paul Belmondo, Hugh Hefner, fundador del imperio Playboy, Emilia Clarke, de Juego de Tronos, y el exatleta Michael Johnson.

Todos ellos, en mayor o menor medida, han logrado recuperarse. Peor suerte, sin embargo, corrió Luck Perry. El protagonista de la serie Sensación de Vivir, falleció recientemente a causa de un derrame cerebral, que no logró superar.   

Reconocer los síntomas y actuar lo más rápidamente posible, es clave a la hora de hacer frente a un problema de este tipo. Cada minuto cuenta.