Analizar la vestimenta de los políticos es un pasatiempo que además de interesante, resulta divertido. Ya hemos hablado de los calcetines de Justin Trudeau, cuanto menos llamativos. Pero no debemos olvidarnos de aquella visita de Mariano Rajoy al Torneo Conde de Godó al Real Club de Tenis de Barcelona. Ese día, el expresidente no se dio cuenta, o no quiso dársela, pero sus calcetines lucieron grandes ‘tomates’ en los talones. Que, además, hacen justicia también a lo desgastado de sus zapatos.

Los tomates de Rajoy

Ya en su día se supo que Mariano Rajoy cobró 373.940, 81 euros en sobresueldos en efectivo del Partido Popular entre los años 1997 y 2010. Teniendo en cuenta que, al margen de ese dinero, percibió 20.000 euros en concepto de trajes y corbatas para que “cuidara su imagen”, cabe pensar que no se preocupaba de la ropa interior.

En aquel momento, en el año 2007, el expresidente se encontraba en plena campaña electoral y muchos medios de comunicación tiñeron esta anécdota de cierto tono irónico achacándolo a la dureza de la campaña. Aunque según defendió el Partido Popular, esto no fue comparable a la aparición del expresidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz. Durante una visita a una mezquita en Estambul, al descalzarse fue sorprendido por los agujeros que dejaban asomar sus dedos gordos por los calcetines.

Pauol Wolfowitz

Y tampoco hay que olvidar del día en que Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, asistió a uno de los restaurantes más concurridos de la capital y desde otras mesas le empezaron a llover miradas que se clavaban en sus pies. ¿El motivo? González decidió descalzarse mientras comía.