Cuando los agentes de la Guardia Civil llamaron a la puerta del exministro José Luis Ábalos, no esperaban encontrarse a una actriz porno paseando al perro con un disco duro escondido en el pantalón. Era el 10 de junio y el operativo de la UCO entraba en la casa del ex número tres del PSOE buscando pruebas clave. Lo que hallaron fue algo más que dispositivos electrónicos: descubrieron una escena digna de una serie de ficción.

Según consta en el acta policial del registro, a la que ha tenido acceso ElPlural.com, los investigadores incautaron 34 dispositivos electrónicos en el domicilio de Ábalos: móviles, iPads, memorias USB, tarjetas SD y siete discos duros externos. Uno de ellos no estaba a la vista, sino oculto bajo la ropa de la mujer que acompañaba al exministro. Fue localizada cuando intentaba salir del domicilio alegando que iba a pasear al perro.

La mujer, registrada con las siglas A.D.G., había recibido poco antes una instrucción del propio Ábalos. Según el documento, el exministro expresó la “necesidad” de que ella saliera de la casa con el animal, y le susurró una frase que no pasó desapercibida para los agentes: “Llévate algo de desayuno”. Minutos después, una agente observó un bulto en la cintura de la joven. Al cachearla, descubrieron que portaba uno de los discos duros.

“La agente procede a realizar un cacheo de esta persona, observándose que oculta un disco duro en su pantalón”, reza el acta.

El disco fue inmediatamente precintado y pasó a formar parte de las pruebas intervenidas en el marco de la investigación judicial abierta en el Tribunal Supremo por presunta corrupción, tráfico de influencias y organización criminal. La escena no solo fue recogida con detalle en el informe policial, sino que ya circula en los pasillos del Congreso y de la prensa como uno de los episodios más estrambóticos del llamado caso Koldo.

¿Quién es Anaís?

A medida que se conocieron los detalles del registro, también comenzó a emerger la identidad de la mujer implicada. Se trata de Anaís D. G., de 32 años, una joven valenciana conocida en el mundo del cine para adultos como Letizia Hilton. El apodo, tomado de la celebritie norteamericana Paris Hilton, no es casual: su estilo pijo y su estética rubia y sofisticada la convirtieron en una cara reconocible en plataformas como FaKings, donde grabó varias escenas de alto voltaje junto a conocidos actores del sector.

Aunque hace años que abandonó el porno —según ella misma ha relatado, tras una relación tóxica y episodios de maltrato—, su nombre artístico ha resucitado ahora en los titulares por una trama que mezcla política, encubrimiento y escándalo mediático. En círculos del entorno de Ábalos aseguran que no mantenían una relación sentimental, sino una amistad que incluía visitas esporádicas, ayuda doméstica y cuidado del perro.

Un “desayuno” muy amargo

Más allá del surrealismo del episodio, el intento de sacar del domicilio un disco duro oculto podría constituir un indicio de obstrucción a la justicia, algo que los investigadores ya valoran como parte de las diligencias abiertas. Fuentes jurídicas consultadas no descartan que el episodio tenga consecuencias procesales, aunque de momento no hay constancia de que se haya imputado a la mujer ni que se haya solicitado su declaración formal.

Mientras tanto, José Luis Ábalos continúa aferrado a su escaño en el Grupo Mixto tras su expulsión del PSOE. Ha negado cualquier vinculación con la presunta trama corrupta, pero el hallazgo de material en su casa —y la forma en que una persona de su entorno intentó sustraerlo— complica su estrategia defensiva.

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