María Patiño está atravesando un amargo momento. Tras dejar de presentar Socialité para delegar en Chelo García Cortés, la colaboradora de Sálvame ha asegurado no tener ganas de ir a trabajar.

“El trabajo siempre ha sido mi tabla de salvación. Esta mañana me levanté y no quería venir a trabajar”, decía este miércoles visiblemente emocionada. Tras sus palabras, Patiño se sinceraba con Jorge Javier Vázquez al respecto.

Según contaba, en el pasado se ha enfrentado a una situación que le ha hecho replantearse sus prioridades. “Hace muchos años pedí dinero a mis padres. Me independicé muy pronto, estaba trabajando en la agencia. Era muy joven y me quedo embarazada. Tengo mucho orgullo y mucho amor propio. Compartía piso con una compañera de la agencia y tuve que cambiarme para irme a vivir sola y acoplar una vivienda para lo que venía en camino", desvelaba dando detalles de su vida privada.

"Vi que no llegaba a fin de mes y le pedí dinero a mi padre. Él nunca me lo dijo, pero mi padre pidió un préstamo. Era militar, un hombre con un sueldo normal. Aquello me marcó tantísimo que juré nunca más volver a pedir dinero”, aseguraba con lágrimas en los ojos a sus compañeros.

“Como yo no tengo de qué tirar porque mis padres ya no están, y tengo esa obsesión… He sido muy hormiguita por si esto se termina mañana", contaba vislumbrando un hipotético despido. "Tengo planteado que a un año vista pueda pagar el colegio, la hipoteca, el agua, la luz y la comida, para no depender de nadie”, confesaba.

Además, ha reconocido que “no me da vergüenza pedir, me da mucha tristeza por parte de mi padre”. Jorge Javier Vázquez suscribía las palabras de su compañera: “Es una profesión en la que hay muchísima inseguridad. Hay mucha necesidad de gustar, de que te sigan llamando… eso provoca mucha inquietud”.