La que fuera novia de Froilán de Marichalar y Borbón consiguió acaparar la atención del mundo del corazón y los seguidores en las redes sociales se vieron en aumento desde que decidiese hacer su cuenta de Instagram pública mientras mantenía una relación amorosa con el sobrino de Felipe VI. Durante la relación con el hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, la fama persiguió a Torres para ponerla entre los perfiles más destacados y comentados.

Desde su bombazo, la nieta del propietario del imperio charcutero El Pozo, pasó de acumular un par de cientos de seguidores a más de 10.000 y en un mes 30.000. La expectación en torno a su vida fue mayúscula y su futuro como influencer estaba más que claro. Había decidido compaginar esta faceta con sus estudios en el mismo centro educativo que Froilán.

A pesar de mantenerse unos meses en lo alto de las redes sociales, Mar Torres ha comenzado a ver esta faceta cada vez más diluida a partir de su ruptura con el nieto de los reyes eméritos. En la actualidad, la influencer dedica sus publicaciones en las redes a mostrar su imagen y su ropa y complementos de lujo, además de enseñar sus cuidados en materia estética. Parece que esta vida llena de lujos y exclusividad ha dejado de hacer gracia a sus seguidores, ya que ha comenzado a perderlo a puñados. Si antes ganaba seguidores de miles en miles, ahora los pierde de 300 en 300 de un día para otro.

Puede que en ello también hayan influido las polémicas en las que se ha visto envuelta durante la cuarentena, paseando sin mascarilla o defendiendo a Victoria Federica constantemente. Tal como informa Vanitatis, de su perfil también ha desaparecido la agencia de representación de influencers con la que había firmado meses atrás en su apogeo. Esta empresa representa a perfiles famosos como Diego Matamoros o Rafa Mora.