En medio de la guerra entre madre e hijo, Kiko Rivera se ha vuelto a sentar en ‘Domingo Deluxe’ para hablar largo y tendido sobre los problemas con Isabel Pantoja y sus planes al respecto. Anteriormente le había dado un ultimátum, pero que rechazó: “Esta semana va a ser muy movidita, porque mi paciencia ya… Empieza la cosa a ponerse en movimiento… Ya les ha llegado el primer requerimiento a mi madre y a mi tío Agustín, le di 24 horas y el requerimiento le llegó el jueves. Más de un día. No han ido a recogerlo, así que el notario se lo llevará a casa”.

Al poco de comenzar a relatar, el DJ ha anunciado que “la maquinaria ya está en marcha” porque no tiene más remedio. Así, ha aclarado que tanto Isabel Pantoja como Agustín Pantoja “van a tener que rendir cuenta de los poderes” que le otorgó: “Ya voy a empezar con todo, ya soy consciente de que mi madre no va a llamar y yo tampoco, no soy yo el que tengo que llamar”.

A pesar de la dureza de sus declaraciones, lo que más ha sorprendido ha sido su anuncio sobre la finca de Cantora. Kiko Rivera ha desvelado que su objetivo principal es vender su parte de la finca, lo que provocaría que la tonadillera tuviera que compartir domicilio al 50% con otra persona que no fuera su hijo. “Yo me he informado con mi equipo de abogados, uno de los compradores que llevé a comprar Cantora… posiblemente alguno esté interesado en comprarme mi parte, si todo sale como tiene que salir, dentro de poco puede tener algún inquilino tomándose café con ella”, ha relatado.

Asimismo, ha aclarado que ya tiene más de un comprador interesado en su parte de una de las fincas más conocidas del país: “Me está llamando mucha gente para comprar mi parte y yo vendería mi parte, con un lacito incluso, con un precio normal”. Pero volvió a lanzar un dardo dirigido directamente a su madre: “A mi parte le voy a poner el precio más bajo de lo que vale, para venderlo, no quiero movidas, ya no sé qué hacer. Mi parte de Cantora está en venta”.