Jerónimo Zarco se ha convertido en una de las estrellas de internet en las últimas semanas. ¿La razón? Da lecciones de marxismo en la red social Tik Tok.

Tik Tok se ha convertido en una de las redes sociales más usadas en la actualidad. Es habitual ver a adolescentes bailar frente a un movil en mitad de la calle. Practicar y practicar hasta que han encontrado la pose perfecta. Uno es testigo y se pregunta, ¿qué hacen? Son tiktokers y están haciéndose con Internet.

¿Qué es Tik Tok?

En 2018, el gigante chino Beijing-ByteDance fusionó la antigua plataforma de vídeos Musical.ly con la app china Douyin y creó Tik Tok. Desde ese momento, la app no ha hecho más que crecer y a día de hoy cuenta con más de 800 millones de usuarios mensuales activos, siendo la tercera aplicación más descargada tan solo por detrás de WhatsApp y Messenger.

Se trata de una herramienta rápida y muy sencilla. Vídeos cortos, de entre 15 segundos y un minuto, fáciles de grabar y editar en la propia aplicación. Su público mayoritario se encuentra entre los adolescentes y jóvenes de 13 a 24 años y durante la pandemia de coronavirus ha alcanzado su máximo esplendor.

A pesar de que la aplicación tiene primordialmente un uso meramente estético, cada vez es más habitual encontrar contenido más elaborado y de difusión cultural. De hecho, los medios de comunicación se están involucrando cada vez más en su uso en aras de hacer llegar su contendio y su difundir línea editorial.

Jerónimo Zarco, el tiktoker comunista

Entre quienes orientan su uso por un contendio "serio" se encuenta Jerónimo Zarco, un joven de 16 años que se autodefine así: "Activista mexicano por acción y justicia climática. Comunista. Estudiante de prepa y miembro orgulloso de la Gen Z". A través de sus vídeos, Jerónimo está aportando un contenido a la red social que se aleja de lo puramente estético e introduce asuntos filosóficos, intelectuales y políticos a sus más de 30.000 seguidores. A través de cortos vídeos, el mexicano explica de manera sencilla nociones básicas de marxismo. 

En declaraciones en exclusiva para ElPlural.com, Jerónimo explica el porqué de su activismo a través de Tik Tok: "Busco principalmente combatir los mitos que hay alrededor del comunismo y el marxismo y exponer al ojo público lo que son en realidad".

"Soy comunista porque vivo en un país donde la desigualdad es enorme, donde gente que muere de hambre y uno de los hombres más ricos del mundo conviven. Soy comunista porque sé de historia y porque sé que los humanos podemos ser mejores", explica.

Jerónimo es criticado por la defensa a ultranza que hace de sus valores y son muchos quienes lo señalan como "errores de juventud". Además, ocurre lo de siempre en estos casos. Se habla de los crímenes del comunismo pero no los del capitalismo. ¿Por qué?: "Yo creo que no se habla de las miserias del capitalismo porque a los medios les conviene mantener a raya a la clase proletaria. Es cuestión de propaganda. De la misma manera, creo que vivimos en un mundo con una supremacía de la ideología capitalista, por lo tanto, los problemas del mundo no se le asocian a éste. Más bien les gusta señalar enemigos y no transformar el modo de producción", responde.

Las herramientas de aprendizaje han evolucionado mucho a lo largo de los años. Quizás demasiado. Y uno de los peligros de esta sociedad tan audiovisual y cortoplacista es la posibilidad de perder en reflexión y estudio. Memes, vídeos de escasos segundos en Tik Tok o stories de Instagram resultan muy útiles para poder hacer llegar mensajes de forma rápida y efectiva. Al fin y al cabo, es un lenguaje sencillo de entender y que no necesita un bagaje intelectual demasiado extenso. Y ahí quizás erradica el problema. Muchos impulsos pero efímeros. Las vías de comunicación siguen desarrollándose y uno debe ser pragmático a la hora de querer que su mensaje llegue a más gente. Y hoy en día una vía fundamental es Tik Tok.

Jerónimo rompe esquemas. Ejemplifica que la juventud es algo más que bailar reggeaton frente a una camara de móvil. Que eso también está bien. Por supuesto. Porque al fin y al cabo, los adolescentes son hijos de su tiempo y se están criado entre redes sociales y pose. Y deben ser libres para hacer lo que quieran. 

Sin embargo, siguen escondiendo una mente crítica. Algo que el mundo adulto obvia porque muchos no recuerdan que un día también fueron jóvenes. Un pensamiento propio ante lo que ellos consideran injusto. Mantienen esa pureza de quien todavía no es consciente de la imposibilidad de implantar un mundo justo. A pesar de la debilidad del idealismo, la actitud de Jerónimo es la prolongación lógica en el tiempo de un espíritu rebelde innato en el ser humano.

Aunque sean obvias las contradicciones de ser comunista en un mundo ferozmente capitalista, Jerónimo utiliza las herramientas de éste para hacer llegar su palabra. Y lo hace de forma inteligente. Recomendando lecturas para así profundizar en la idea que propaga así como representando escenas cotidianas en las que es capaz de denunciar aspectos a través de la ironía y el humor. Un contendido sencillo de consumir. Rápido. Efectivo.

Sobre su futuro, Jerónimo explica que "espera aprender más y más. Quiero hacer mi parte para construir un mundo mejor". Mientras tanto, seguiremos atentos a sus lecciones en Tik Tok.