El último informe de la investigación abierta tras el accidente que acabó con la vida de Halyna Hutchins, directora de fotografía, en el rodaje de Rust ha traído nuevos datos, según el portal TMZ. Según explicaron fuentes próximas a la productora, el arma que empuñó Alec Baldwin en el set fue utilizada por los miembros del equipo en un rato libre para realizar juegos de puntería. Por lo tanto, éstos cargaron la pistola a priori de atrezo con proyectiles reales.

La pistola se habría usado de manera recreativa durante un descanso en el duro rodaje de la cinta dirigida por Joel Souza, también herido de bala durante el incidente. Esto explicaría el hecho de que el arma estuviera cargada con balas reales en lugar de proyectiles de fogueo, tal y como estaba previsto.

En un documento que se ha publicado recientemente se ha revelado que el intérprete, de 63 años, ensayaba con el arma de fuego después de que le aseguraran que no constituía peligro alguno. Según una declaración jurada emitida el mismo domingo, el realizador de la película reveló a los investigadores que escuchó la frase “pistola fría” mientras preparaba la escena, según adelantó The New York Post. Estas dos palabras confirman que el arma era segura para disparar al no estar cargada con munición real. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.

El director admitió que no recordaba si el revólver fue revisado en su conjunto tras una pausa para el almuerzo antes del trágico accidente. Souza explicó que las armas de fuego pasan por un doble filtro para descartar cualquier tipo de peligro. Primero, la armera Hanna Gutiérrez-Reed, de 24 años, quien ya admitió su falta de experiencia, revisa las armas. Tras este paso, el asistente del director, Dave Halls, hace lo propio.

Las pesquisas no cesan y aún quedan varios asuntos por esclarecer, aunque, por el momento, todas las sospechas recaen sobre la joven armera, que era la encargada realmente de inspeccionar el arma, amén del encargado de avisar de que el revólver era seguro. Una falta de control que resume un rodaje infernal y caótico, de bajo presupuesto y fallos de seguridad que desembocaron en la dimisión de seis trabajadores a quienes aún les buscan sustitutos.