El intermedio ha estrenado su sección El club de la vergüenza ajena al ritmo de la sintonía de El club de la comedia. Inspirada en el extinto programa de humor con monólogos de famosos cómicos españoles, la encargada de conducirla en su primera emisión ha sido la colaboradora habitual Cristina Gallego. En el nuevo espacio repasan algunas declaraciones de políticos españoles que tratan de lanzar bromas y chistes que podrían considerarse discriminatorios o despectivos, como el que ha realizado el alcalde de Estepona sobre la violencia de género.

Según la presentadora, el nuevo espacio es un “show de comedia que los médicos recomiendan acompañar con un protector de estómago, los chistes tienen tan poca gracia que te dejan con mal cuerpo”. Tras lanzar algunos chistes malos, ha advertido que no iba a “ser el único” de la noche y ha introducido los discursos de dos políticos durante la campaña de las elecciones andaluzas del 19 de junio.

En la pantalla, han mostrado un tuit del presidente del PSOE de Andalucía, Manuel Pezzi, en el que llamaba “tontopollas” a Alberto Núñez Feijóo. Cristina Gallego solo ha acertado a sorprenderse por su “elegancia” y le ha dado la bienvenida como miembro de la nueva sección de El Intermedio, El club de la vergüenza ajena, “por faltar al respeto de esta forma a un rival político”.

Tras sus palabras, han comentado las de José María García Urbano, que han llevado a la colaboradora del programa del prime time de La Sexta a calificarle de “rey de la vergüenza ajena”. El alcalde de Estepona se subió al atril para dar un discurso en el arranque de la campaña electoral andaluza con la mano vendada y ofreció unas explicaciones sobre su salud con las que afirmó que había sido ”un simple accidente doméstico” que “no tiene que ver con la violencia de género”. Después de escuchar las declaraciones del político del Partido Popular frivolizando con la violencia de género, Cristina Gallego ha bromeado con que no conoce los detalles, “pero está claro que el médico le puso la venda de la mano muy fuerte, tanto que no le llega la sangre al cerebro”.