A pesar de que ha pasado una semana, todavía se sigue hablando de los Premios Goya, debido al contexto político en que se desarrollaron. A las tractoradas por toda España, se sumó la muerte de los dos guardias civiles en Barbate. Como es habitual, la extrema derecha utilizó ambas cuestiones para volcar su odio contra el mundo la cultura. De hecho, esta semana se ha  visto cómo el actor Jesús Bonilla, reconocido por su papel en Los Serrano, ha comprado el discurso a Vox.

En un comentario en X, Bonilla se ha expresado en los siguientes términos sobre el discurso que dio Pedro Almodóvar en respuesta a los desprecios vertidos contra el cine por el vicepresidente de Castilla y León, Juan García Gallardo: "Los compañeros actores en la gala de los Goya se acuerdan de Gaza y de Ucrania , pero se olvidan de los dos guardias civiles muertos y del calvario que están viviendo los agricultores, mientras que Almodóvar solo habla de subvenciones. ¡Qué pena!", ha indicado Bonilla.

Este mensaje ha generado un gran debate y son muchas las respuestas generadas, incluso de otros actores. Es el caso de Willy Toledo, quien ha contestado con contundencia poniendo ante el espejo al actor: "Jesús (como el resto de actores y actrices) no hubiera podido trabajar sin las ayudas públicas. Sus dos películas como director ("El Oro de Moscú" y "La Daga de Rasputín") recibieron más de 1.200.000 €. Cada una. Jesús ha sido apolítico toda la vida. Ustedes ya me entienden".

El discurso de Almodóvar en los Goya

El director de cine, Pedro Almodóvar, emocionó al público al dirigir un discurso en contra del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, quien lanzó comentarios altamente controvertidos denigrando al cine español y a los propios cineastas. Durante la entrega de los premios Goya en la Feria de Valladolid, Almodóvar tomó la palabra para defender apasionadamente la industria cinematográfica española y desafiar las afirmaciones de García-Gallardo, quien despectivamente etiquetó a los cineastas como "señoritos" que se benefician exclusivamente de subvenciones gubernamentales y que producen películas de calidad inferior que carecen de interés.

Con un tono enérgico y comprometido, Almodóvar destacó la invaluable contribución del cine español no solo a nivel cultural, sino también económico, resaltando que los cineastas, lejos de ser meros receptores de subvenciones, generan ingresos significativos para el Estado a través de impuestos y contribuciones a la Seguridad Social. Además, subrayó el importante papel del cine español en la creación de empleo y el impulso a otras industrias relacionadas, lo que a su vez fortalece la economía del país.

El discurso de Almodóvar no solo fue una defensa apasionada del cine español, sino también una crítica contundente a la falta de reconocimiento y respeto hacia el sector cultural por parte de figuras políticas como García-Gallardo, quien ha menospreciado repetidamente la importancia del cine y la cultura en su agenda política.