Una auxiliar de enfermería grabó un vídeo burlándose de una anciana dependiente en una residencia de Azuqueca de Henares y acabó despedida y denunciada. Pero ahora, la trabajadora da su versión: afirma que no difundió el vídeo, que fue una “broma fuera de lugar” y que desde entonces vive una situación de acoso por la que ha acudido a la Guardia Civil.

Un vídeo vejatorio que lo cambia todo

Los hechos se desencadenaron en una residencia de mayores de Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde una auxiliar sanitaria —contratada como refuerzo durante el verano— fue grabada a sí misma realizando comentarios despectivos y humillantes sobre una residente en situación de dependencia.

En el vídeo, la trabajadora se refería a la anciana con frases como: “Me da tan mal rollo venir a darle de comer a esta mujer. Parece que sale de una peli de miedo, tía. Quedarme con ella a solas, es que me da un chungo… Está más muerta que viva”. Todo mientras la mujer aparece inmóvil en su silla, sin capacidad de reacción.

Las imágenes comenzaron a circular por redes sociales y provocaron una fuerte reacción social. Ante la gravedad de los hechos, la dirección del centro actuó de inmediato: abrió un expediente disciplinario contra la empleada, le comunicó su despido inmediato y presentó una denuncia ante la Guardia Civil por presuntas vejaciones.

Medidas drásticas en la residencia

La trabajadora había sido contratada en junio como sustituta del personal habitual durante las vacaciones de verano. En cuanto se tuvo constancia del vídeo, la dirección activó los protocolos internos y contactó con la familia de la residente afectada, además de enviar un comunicado al resto de familias del centro para informar de la situación.

El mensaje fue claro: “Esta trabajadora no volverá a pisar la residencia”. Además de la denuncia penal, se impidió a la auxiliar cualquier acceso futuro al centro, para garantizar la seguridad y dignidad de los residentes.

La versión de la auxiliar: “Fue una broma fuera de lugar”

Tras la repercusión mediática y social del caso, la auxiliar ha decidido contar su versión. En primer lugar, reconoce que fue una broma desafortunada: “Fue una broma fuera de lugar, en un momento de cansancio”. Sin embargo, insiste en que no publicó el vídeo en redes. Según su relato, solo se lo envió a una persona de confianza y fue esta quien lo difundió sin su consentimiento.

“No lo colgué yo en ningún sitio. Se lo mandé a alguien que creía que no lo iba a compartir”, asegura la extrabajadora, que dice sentirse traicionada y completamente superada por lo ocurrido.

Denuncia por acoso: “Me están arruinando la vida”

Pero la historia no acaba ahí. Desde que el vídeo se hizo viral, la trabajadora afirma estar sufriendo un auténtico acoso social y mediático. Asegura que ha recibido amenazas, insultos y mensajes intimidatorios por diferentes vías, y que incluso teme por su integridad física.

Ante esta situación, ha interpuesto su propia denuncia ante la Guardia Civil por acoso, denunciando públicamente que la situación le ha desbordado: “Me están acosando, he tenido que denunciar. Me están arruinando la vida por una broma que nunca debí hacer”.

La denuncia interpuesta por la residencia sigue su curso, al igual que la denuncia por acoso de la extrabajadora. De momento, lo único claro es que el caso ha marcado un antes y un después en la vida de la afectada, en la reputación del centro y en la percepción pública sobre el trato a las personas mayores en situaciones de vulnerabilidad.

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