El pasado miércoles, el juez del 'caso Koldo' dejaba en libertad a Santos Cerdán y los matinales de la parrilla se hacían eco de la noticia en directo. El diario El Mundo ha aprovechado la cobertura de La Hora de La 1 para volver a cargar contra Silvia Intxaurrondo, con la que mantuvo una batalla legal. 

"Por qué Silvia Intxaurrondo dice lo que dice sobre Cerdán", se titula la columna que vuelve a cargar contra la periodista. Su autor cuenta que un amigo le había contado que la vasca "había justificado alguna de las tropelías de Santos Cerdán", por lo que se dispuso a encontrar el corte. Tras visionarlo dos veces asegura que sintió "asombro o terror".

El periodista cuestionaba lo ocurrido durante la mesa de análisis a la hora de comentar el informe de la UCO que sitúa a Santos Cerdán a la cabeza de la trama de corrupción. Tras citar algunos de los comentarios de la periodista, como que "una comisión no tiene que ser ilegal", afirmaba que Intxaurrondo "ha ido más allá".

"Ha rebasado el argumentario oficial, y para eso se necesita un tipo especial de entusiasmo. Mientras el Gobierno y el PSOE se apresuran a colocar un cordón sanitario alrededor de Santos Cerdán y a presentarlo como un pícaro solitario que se infiltró en la jerarquía socialista sin que nadie oliera sus intenciones, Intxaurrondo le extiende el beneficio de la duda. Si la postura del Gobierno es «nos engañó a todos», «lo expulsamos en cuanto tuvimos noticia», «es una vergüenza»... la suya es «ojo, que igual Cerdán no ha hecho nada malo»", atiza el periodista.

Entonces, la crítica excede a la periodista y se hace extensa a la Corporación: "La programación de RTVE parece menos interesada en informar que en superar en lealtad a los spin doctors de Moncloa. El tono general, entre lo defensivo y lo amenazante, es propio de esas teles estatales caribeñas donde los presentadores no buscan ganarse la credibilidad de la audiencia sino la aquiescencia del poder. No son mensajeros, sino cortesanos, cuyo mensaje no es «esto es lo que ha ocurrido», sino «esto es lo que estoy dispuesto a decir por ti»".

De hecho, lo llega a comparar con el NO-DO: "Los locutores del NO-DO perfeccionaron este género hace más de cincuenta años: el contenido es absurdo porque el contenido no importa. Lo importante es mostrar conformidad. Mostrar entusiasmo. Mostrar la utilidad que uno tiene para el líder, incluso a costa de la propia dignidad y la inteligencia de la audiencia. El absurdo no fomenta la credibilidad, pero es una prueba de compromiso con quien manda. Y eso es lo único que importa".

La batalla judicial de Intxaurrondo y El Mundo

La comunicadora vasca recurrió la primera resolución del Juzgado de Primera Instancia número 10 de Madrid, que había desestimado su demanda contra El Mundo, para elevar el caso a la Audiencia Provincial de Madrid. El diario había publicado previamente que el contrato de la presentadora fue renovado el mismo día de la polémica entrevista a Núñez Feijóo por un importe de 537.000 euros. Tras ello, la periodista de TVE solicitó la rectificación a Unidad Editorial, a Joaquín Manso y a la autora de las informaciones.

La Justicia rechazó dicha petición y condenó a Intxaurrondo al pago de las costas, al considerar que las informaciones eran veraces por ser “coincidentes con los del contrato final y que constan en el propio documento interno de RTVE”. Sin embargo, Intxaurrondo acusó a El Mundo de “mentir de nuevo”: “Sólo una información falsa necesita ser rectificada, completada, corregida y aclarada. Hace más de nueve meses presenté una demanda contra El Mundo por publicar una información falsa sobre mí, tardó siete meses en ser admitida. (…) La jueza, no yo, afirma que El Mundo ha ‘rectificado’ su información a lo largo de cuatro días y, por ello, no admite lo que ella considera una ‘nueva rectificación’”, expresó entonces en su perfil de X.

Lejos de avergonzarseEl Mundo pretende vender como triunfo lo que en realidad no es más que la evidencia de su mala praxis ya habitual”, añadió, acompañando su publicación con una imagen de la resolución judicial en la que constaba que el diario había “rectificado” la información antes del fallo. “Habiéndose rectificado voluntariamente la información, completando la misma con la fecha de firma del contrato y con el detalle de la forma de pago dependiendo del número de los programas realizados, no procede una nueva rectificación”, recogía el texto difundido por Intxaurrondo.

El periódico, por su parte, mantuvo su versión y argumentó que el titular de la noticia no había sido modificado, insistiendo en que “introdujeron modificaciones en la noticia a petición expresa de la pareja de la presentadora, y las presentó ante el juzgado, porque en nada cambia el sentido esencial de la información, sino que la complementan y afianzan”. En concreto, el cambio hacía referencia al desglose del salario de la periodista, que detallaba que percibió 182.000 euros por 260 programas anuales y, por los dos años de duración del contrato con el ente público, la cifra ascendía a 364.000 euros. A esa cantidad se añadían 787 euros diarios durante 11 meses, lo que equivale a 173.514 euros por dicho periodo.

Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid condenó al medio y a su directorJoaquín Manso, dándoles tres días para rectificar las informaciones por las que Intxaurrondo se querelló contra ellos y, además, a pagar las costas de los juicios. 

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