Las Malas Lenguas se RTVE encontrarán a una nueva presentadora durante la primera quincena de agosto. Jesús Cintora toma unas vacaciones con las que desconectar un poco de la frenética actualidad diaria, tomando su asiento durante este breve inciso la periodista de la Cadena SER Aida Bao. La gallega arranca como conductora del espacio de análisis social y político en esta jornada del lunes, 4 de agosto.
El bagaje de Aida Bao es extenso, contando con una amplia trayectoria que le ha permitido contar con experiencia en radio y televisión. Su formación la realizó en Santiago de Compostela, donde se licenció en Periodismo. Cuenta con experiencia en medios como la Cadena SER, El País o RTVE, los cuales le otorgan una sólida credibilidad como profesional de la información. En 2013, formó parte del equipo galardonado con un Premio Ondas por la cobertura del accidente de Angrois.
Desde RTVE apuntan que "la llegada de Aida Bao al programa garantiza la continuidad editorial y aporta una voz joven y comprometida al formato. Su sensibilidad social, claridad comunicativa y experiencia encajan perfectamente con el estilo de Malas Lenguas".
En este período de descanso de Cintora, el programa seguirá emitiéndose en doble edición diaria, a las 15:55 horas en La 1 y a las 19:00 horas La 2, y seguirá combinando el análisis periodístico de la actualidad con un toque de humor para desmontar bulos.
De esta manera, Bao asume el reto de liderar un espacio que se ha consolidado como uno de los más destacados de la actual temporada gracias a contar con enfoque directo y llevar a cabo rigurosa verificación de la información. En el mes de julio, Malas Lenguas ha registrado un 8,2% de cuota y más de 700.000 espectadores de media en La 1, lo que mejora su dato en la franja respecto al mes anterior; y en La 2, logra récord histórico mensual con 381.000 seguidores, un 5,4% y más de 1,4 millones de espectadores únicos cada tarde.
En los días previos a comenzar a ser presentadora del programa, Aida Bao atendía las preguntas que le realizaba El Plural.
Pregunta: Es un reto grande el que hay por delante sustituyendo a Jesús Cintora en verano ante la buena audiencia que está dejando el programa y sobre todo, aunque haya opiniones de todo tipo, por la visión mayoritaria de que es un programa destacado en el tratamiento informativo y su rigor. ¿Cómo afrontas estos próximos días en las tardes de RTVE?
Respuesta: Es un privilegio poder hacerlo. La verdad es que Malas Lenguas se ha consolidado ya como uno de los programas, ahora mismo, que mejor tratan la información, el análisis y el entretenimiento a través una manera fresca, con ritmo, estando en los puntos de directo donde están sucediendo las noticias... Eso es lo que vamos a mantener durante esas dos semanas, en las que Jesús tiene un merecidísimo descanso. Es un reto grande, claro, como profesional, pero la verdad es que lo afronto con mucha ilusión y con muchas ganas, sobre todo porque es un formato que creo que hace la información y el rigor de una forma, como digo, entretenida... Es algo que creo que, al final, también es lo que buscamos cuando, más ahora durante los meses de verano que nos tiramos en el sofá a ver la tele, a descansar del calor, estar informado y a la vez entretenido. Me parece que es una combinación ganadora.
P: Aida, cuentas, además de en radio, con trayectoria en televisión. Sin embargo, ¿a pesar de ello hay algo que encuentres un tanto distinto, que vaya a ser un reto, y que te motive de cara a presentar Malas Lenguas?
R: Vamos a intentar llevarlo con toda la solvencia que merece un formato como este, pero a la vez es un reto y hay aspectos de llevar este programa que son para mí nuevos. Es un poco mezclar las dos facetas profesionales que ahora mismo estoy llevando a cabo, por un lado la radio y por otro la televisión... Yo en la cadena SER ya dirijo programas informativos, estoy acostumbrada a jerarquizar noticias, a buscar análisis, a buscar enfoques de la actualidad y a la vez estoy, ahora mismo, colaborando en televisión, tanto en Televisión Española como, por ejemplo, en Televisión de Galicia. Entonces, digamos que es mezclar un poco los dos aspectos, es llevar lo que ahora mismo hago en la radio a un formato televisivo... Creo que se puede adaptar perfectamente y que, al final, son funciones que estoy acostumbrada a hacer, quizás no delante de una cámara, pero bueno, es, digamos, readaptar esa manera de trabajar a un formato audiovisual.
P: Como hija de periodistas, aparte del orgullo que puede suponer para ti continuar con esta tradición familiar, ¿en algún momento se podrá ver algún guiño, que aunque no sea específico, pero en tu casa puedan entenderlo como un homenaje a ese trabajo periodístico que también hacían tus padres?
R: La verdad que no tengo pensado hacerles ningún guiño concreto a mis padres, en estos días voy a estar centrada en que el programa salga lo mejor que yo pueda como profesional, pero créeme que no les va a hacer falta. Mis padres son, como suelo decir, peores que mis jefes. En cuanto acabo de hacer cualquier cosa me llaman, bien sea en la radio si acabo un programa o en la tele de si salgo de un análisis o una tertulia. Son las personas más exigentes que tengo a mi alrededor y créeme que es complicado porque tengo unos jefes muy exigentes (risas)... Entonces no les va a hacer falta que les mande ninguna señal, que se vea entre líneas no lo van a necesitar. Ellos van a estar tan pendientes como yo de que todo salga bien que el programa tenga ritmo, siga siendo entretenido, informe con rigor, que es lo que también buscamos, y de que no se resienta porque Jesús esté de fuera. Se trata de defender el fuerte mientras Quintora descansa en la playa.
P: Estando en el recuerdo los últimos sucesos que se pudieron ver en Torre Pacheco, sobre todo con las reporteras, ¿tienes alguna opinión concreta en relación a este tema?
R: Creo que en este caso los periodistas en general, tanto los informadores hombres como las informadoras mujeres, todos los profesionales que se dedican a esto, están especialmente expuestos porque estamos en un contexto de una polarización brutal, con la ultraderecha envalentonada. Por ello, creo que cualquier tipo de ataque a cualquier periodista que esté ejerciendo su profesión es condenable, o sea, es una condena incontestable... Una sociedad democrática, que se considere así, no puede permitirse ese tipo de imágenes. Una persona que está trabajando tiene todo el derecho a informar, es un derecho de los ciudadanos a tener información legal de lo que está pasando. Entonces, mi condena más absoluta y más expresa a este tipo de ataques. No solo es que nosotros tengamos derecho a informar, es que los ciudadanos tienen derecho a recibir esa información.
P: Para terminar, vas a compartir mesa durante estas tardes con los distintos tertulianos del programa. ¿Los conoces? ¿Has tenido la oportunidad de trabajar con ellos? ¿Qué opinas de sus perfiles?
R: Hombre, por supuesto. Tenemos un plantel de tertulianos de lujo, con personas con muchísima experiencia en el análisis de la actualidad, con mucho bagaje y con mucho oficio. Son tertulianos que ya han demostrado una solvencia de una magnitud incontestable y van a continuar en verano. A muchos de ellos los conozco porque he compartido mesas de análisis con ellos en otros formatos y, a otros, los conozco porque evidentemente los escucho a diario. Entonces, la verdad es que estoy muy contenta y, como te decía al principio, creo que es un privilegio poder contar con ellos en la mesa de análisis también este verano en Malas Lenguas.