La LEC es un escenario que perdona muy poco y que premia en demasía si sabes jugar bien tus cartas.

El cierre de la primera vuelta ha dejado un escenario que para unos invita al optimismo, en otros la decadencia absoluta y algunos que siembran las dudas de muchas quinielas.

La cuarta semana ha sido una de esas fechas que la sorpresa ha azotado cada jornada donde los Schalke y Excel han ajusticiado una tabla que tenía una brecha bastante amplia entre el liderato, los playoffs y el resto de la tabla.

El que más daño está sufriendo este juicio sin precedentes es G2 Esports. Los samuráis han visto como todo su señorío y galantería ha perdido un fulgor impropio del quinteto que forman Wunder y el resto. El último viernes cayeron de forma estrepitosa ante un juego muy ordenado y determinante de Excel.

Los de Nukeduck han aprendido a plantar cara a los peces gordos de la LEC y en manos de Markoon y el midlaner pusieron orden en la Grieta del Invocador. Con un early muy parejo de pusheo y stompeo constante, los de Excel tomaron las riendas del partido marcando los tempos en las teamfights y siendo mucho más claros a la hora de abalanzarse sobre el rival.

Por su parte, los samuráis vieron como el mal momento de forma de Caps sigue acusando la sangría de la calle central. Tanto la midlane como la falta de rigor a la hora de llevar adelante las jugadas les ha pasado factura en un momento imprevisto colocando la tercera derrota consecutiva en la cuarta semana.

A mérito del quinteto de Excel, hay que destacar la buena labor que hicieron tanto el jungler, el midlaner y Kobbe (ADC del equipo). Esa tripleta fue la más ofensiva y la que mantuvo el equilibrio a la hora de hacer creer al equipo que se podía. Del mismo modo, ese balanceo entre las tres piezas, así como el apoyo de la toplane y el support, fueron clave para ver en que momento hacía falta musculo y en cual pólvora.

Ese intercambio y traslado de posición y líneas fue lo que le dio rigor a una pizarra bien aprendida y que puso las tablas en el marcador de victorias y derrotas de G2 Esports.

Sin embargo, la mala racha no termina aquí y cuando uno está gafado se hace bola y a los samuráis se les nota.

Con un partido totalmente dominado ante Misfits, los de Rekkles perdieron toda credibilidad en un late game que se sentenció a favor de los conejos tras la conquista del alma de dragón anciano. Con este buffo, los de Razork stompearon hasta el ACE a G2 terminando la partida con un push por la calle central que les otorgó la victoria.

Entrando en un análisis más profundo, Caps tuvo una mejor actitud en este encuentro. Su juego parecía recuperar sensaciones y apoyado por Jankos y Rekkles se vio de nuevo el asedio del gran midlaner que es. Sin embargo, a G2 le dio por intentar a toda costa llevarse el alma del dragón anciano y cayeron como moscas con el incremento de poder. A estas alturas de encuentro, los samuráis tenían todo a su favor, cualquier marcador que se mirase decaía para ellos y era impensable creer que iban a perder.

No obstante, la fortuna es caprichosa y ese vuelco a las estadísticas y cómo arrollaron Vetheo y el resto a su rival hacía poner el grito a fans, casters y todo el que estuviera viendo el partido.

Así concluye la segunda semana consecutiva en la que G2 se la pega sin forma de remontar el vuelo. Bien es cierto que deben ser optimistas puesto que las notas que dejaron contra Misfits les asegura una pronta remontada. Aun así, deben ser cautelosos y cerrar la segunda vuelta de la temporada con paso firme y seguro.

Esta semana van a dormir fuera de playoffs y eso puede ser más que motivo suficiente para que recuerden por qué deben seguir peleando y como dar caza a leones y conejos que tienen por delante.

Por último, las redes no han dudado en expresar su opinión y muchos sacan el dedo acusador a la hora de buscar un culpable. Además, el rumor más fuerte y el que peor ha sentado dentro del vestuario, así como a Ocelote es el título de “fin de ciclo” tras la llegada del tirador sueco y que tanto ilusionaba a los fans del equipo de la LEC.

Veremos como terminan la temporada, pero, por lo pronto, deben corregir muchos errores, recuperar ese orden que los caracterizaba y como colofón recuperar la corona que tantas veces han llevado sobre la testa.