A principios de enero, un grupo de 200 profesionales de la plantilla de Google en Estados Unidos y Canadá decidieron crear Alphabet Workers Union (AWU), el sindicato de trabajadores de Alphabet, la compañía matriz de Google. En una semana, el número de “afiliaciones” superó las 700. Y, más deprisa de lo que desearía la alta dirección del grupo empresarial, la voz se corrió por el resto de filiales y sucedió lo que tenía que suceder.  

Se acaba de anunciar el nacimiento de Alpha Global, un sindicato formado en coordinación UNI Global Union, la federación de sindicatos a la que pertenecen más de 20 millones de profesionales del sector servicios.  

Google es un lugar al que muchos trabajadores llegamos para cambiar el mundo 

Más ética 

El objetivo es crear una compañía más ética y responsable: “Google es un lugar al que muchos trabajadores llegamos para cambiar el mundo –para hacerlo más democrático- solo para encontrarnos con que Google suprime la libertad de expresión y reprime las organizaciones de empleados, a la vez que consolida su poder monopolístico”, afirma el comunicado de presentación de Alpha Global.  

Con ese fin en mente, “los sindicatos de Alpha Global se comprometen a crear una estrategia común y apoyarse entre sí en sus demandas y objetivos colectivos”. Algo que esperan conseguir a base de “trabajar codo con codo para construir organizaciones locales que reflejen los valores e intereses de los empleados”.  

Lucharemos por los derechos de los empleados directos e indirectos de Alphabet 

Firmeza 

El comunicado pone de manifiesto la firmeza de esos fines y su aplicación a todos los ámbitos de la compañía: “Lucharemos por los derechos de los empleados directos de Alphabet, así como el de los trabajadores temporales, distribuidores y subcontratados”.  

Tampoco se conforman con ceñirse al perímetro de su empresa, sino que quieren extender sus demandas “a todos los trabajadores tecnológicos”.  

Juntos haremos que Alphabet sea responsable 

Los creadores del sindicato acusan a la empresa de “haber perdido hace mucho tiempo su compromiso con mantenerse fiel a su misión original: No seas malvado”. Se consideran los guardianes de ese lema: “Bien, nosotros no lo hemos sido. Juntos haremos que Alphabet sea responsable. Juntos, cambiaremos Alphabet”.  

Otros sindicatos 

Este tipo de organizaciones no son nuevas en el sector de la tecnología. Por ejemplo, Amazon Global Union –el sindicato internacional de esa compañía- o las alianzas que UNI tiene con representantes de los profesionales en Orange o Telefónica, que “ayudan a establecer y reforzar principios globales como el respeto por los derechos de los trabajadores”.  

El secretario general de UNI, Christy Hoffman, afirma que “los problemas de Alphabet –y los creados por Alphabet- no se limitan a un único país y deben ser afrontados a nivel global”. Según sus palabras, el movimiento lanzado por los trabajadores de Google y otras empresas del sector tecnológico “es inspirador. Están usando su músculo colectivo no solo para transformar sus condiciones laborales, sino también para afrontar problemas sociales provocados por la creciente concentración de poder de las corporaciones”.  

“Sabemos que organizarse para luchar por la justicia en una compañía global como Alphabet no se detiene en los límites nacionales y por eso es tan importante unirse con trabajadores de otros países”, reconoce Parul Koul, ingeniera de software de Google. “En un mundo en el que la desigualdad nos está desgarrando y nuestras sociedades y corporaciones están acumulando más influencia que nunca, reclamar nuestro poder es más importante que antes. Las empresas como Alphabet pueden tener un impacto positivo enorme en el mundo si están dispuestas a escuchar a –y negociar con- sus empleados”.  

Según los sindicatos, la acción internacional es especialmente importante en el momento actual “cuando las compañías están escalando sus represalias contra las voces críticas, han contratado a empresas expertas en evitar la afiliación y están atacando los esfuerzos organizativos, como sucedió en Zurich, Suiza”.