Estamos en plena campaña electoral y, como no podía ser de otra manera, las redes sociales se llenan de noticias, informaciones, rumores y sospechas. Pero, ¿cuántas de ellas son verdaderas? ¿Cuántas buscan distraer nuestra atención o, directamente, manipular nuestro voto? La desinformación y otras técnicas de propaganda han servido para manipular el resultado de las elecciones en al menos 26 de los 30 países analizados por Freedom House que celebraron elecciones nacionales durante el año pasado, según ha informado esta organización dedicada a vigilar el impacto de la tecnología en la democracia. 

“Muchos gobiernos han descubierto que la propaganda funciona mejor en las redes sociales que la censura”, dijo Mike Abramowitz, presidente de Freedom House. “Los líderes autoritarios y populistas en todo el mundo se están aprovechando tanto de la naturaleza humana como de los algoritmos informáticos para conquistar el voto, ignorando las reglas que fueron diseñadas para garantizar elecciones libres y justas”.

Los líderes autoritarios y populistas en todo el mundo se están aprovechando tanto de la naturaleza humana como de los algoritmos informáticos para conquistar el voto

España no es uno de los países analizados, pero aun así no es descartable que se estén aplicando este tipo de técnicas. De hecho Freedom House encontró indicios de programas de vigilancia avanzadas en las redes sociales en al menos 40 de los 65 países analizados en total, incluidos los que no celebraron comicios a nivel nacional. "Gobiernos de todo espectro democrático están monitoreando de forma indiscriminada el comportamiento en línea de sus ciudadanos para detectar amenazas percibidas – y, en algunos casos, para callar a la oposición", advierten los autores del estudio.

Al alcance de todos

“Las herramientas big data de espionaje y vigilancia, antes usadas exclusivamente por las agencias de inteligencia más poderosas, ahora están siendo utilizadas en todo el mundo”, señala Adrian Shahbaz, director de investigación para tecnología y democracia de Freedom House. “Los avances en inteligencia artificial están impulsando un mercado que está en auge y carece de regulación con respecto al monitoreo y el  uso de las redes sociales. Incluso en países que presentan garantías para salvaguardar las libertades fundamentales, hay denuncias de abusos”. 

Incluso en países que presentan garantías para salvaguardar las libertades fundamentales, hay denuncias de abusos

El informe apunta al impacto sobre las libertades de las personas: "La proliferación de herramientas sofisticadas de monitoreo ha reducido la capacidad de ciudadanos para expresarse libremente y de participar activamente en la vida cívica de sus países por internet. De los 65 países analizados en este reporte, en 47 se registraron casos de detenciones a ciudadanos por expresar su opinión en el campo político, social, o religioso".

“El futuro de la libertad en internet depende de nuestra capacidad de reparar las redes sociales”, afirma Shahbaz. “Esta es la única manera de evitar que el internet se convierta en un caballo de Troya para la tiranía y la opresión”. 

Vigilancia en las redes

"Algunos grupos virtuales semiautónomos, muchas veces en conjunto con personalidades de medios y magnates empresariales pro-gubernamentales, transmitieron teorías conspiratorias, opiniones incendiarias y memes engañosos desde cámaras de eco marginales a la corriente dominante de la política", afirman en sus conclusiones los autores del informe. "Los gobiernos utilizan big data para vigilar en las redes sociales. Estos sistemas sofisticados de vigilancia masiva pueden mapear las relaciones entre usuarios rápidamente; asignar un significado a sus publicaciones; e inferir sus ubicaciones pasadas, presentes, o futuras. El aprendizaje automático permite a los programas encontrar patrones tal vez invisibles a los seres humanos, e incluso identificar categorías de patrones totalmente nuevas para una investigación adicional".

Freedom on the Net 2019 evalúa la libertad en internet en los 65 países que engloban el 86 por ciento de los usuarios de internet al nivel mundial. Según sus conclusiones, entre los casos más graves se encuentran Estados Unidos y China. "La libertad en internet decayó en los Estados Unidos. Las autoridades policiales y las agencias de inmigración estadounidenses incrementaron el monitoreo de las redes sociales e inspeccionaron los dispositivos electrónicos de viajeros sin ninguna orden judicial, con poca supervisión o transparencia. En numerosos casos preocupantes, el monitoreo fue dirigido a actividades constitucionalmente protegidas como protestas pacíficas y la recopilación de noticias. La desinformación prevaleció en torno a acontecimientos políticos importantes y fue difundida cada vez más por actores domésticos".

En el caso del gigante asiático, Freedom House asegura que "China es el peor agresor del mundo contra la libertad en internet por cuarto año consecutivo. La censura llegó a extremos sin precedentes en el país y el gobierno aumentó su control sobre la información en anticipación del trigésimo aniversario de la masacre de Tiananmen y ante las protestas antigubernamentales persistentes en Hong Kong".