La clásica funda de móvil podría tener los días contados. Fabricantes, usuarios y expertos en tecnología están observando una tendencia creciente: muchos smartphones actuales apuestan por su propia resistencia como método de protección, dejando de lado los accesorios tradicionales.
Marcas como Samsung o Apple han comenzado a vender sus modelos sin incluir fundas en la caja. Esta decisión no se debe solo al ahorro de costes o al compromiso con el medio ambiente, sino a los avances tecnológicos en los materiales que recubren los dispositivos.
Un experimento sin funda no deja lugar a dudas: los móviles son mucho más resistentes
El periodista Thomas Germain, de la BBC, llevó esta tendencia al extremo. Usó su iPhone durante un mes sin ninguna protección externa. En ese tiempo, solo sufrió una caída importante: el teléfono resbaló de sus manos y golpeó varios escalones. El daño fue mínimo, apenas un pequeño corte en un lateral.
Según Germain, esto demuestra que los móviles actuales son mucho más resistentes que los de generaciones anteriores. Aunque advierte: “Hay situaciones en las que pueden aparecer grietas y impactos más fuertes pueden causar daños irreparables”.

Vidrio reforzado y avances en materiales
La mayor resistencia se debe, entre otros factores, a tecnologías como Gorilla Glass, de la empresa Corning. Su versión más reciente, Gorilla Armor 2, se utiliza en modelos como el Galaxy S25 Ultra. Según pruebas de laboratorio, este tipo de vidrio soporta caídas de hasta 2,2 metros sin romperse.
Estas mejoras están llevando a muchos consumidores a prescindir de las fundas. Aunque no convierten a los móviles en objetos indestructibles, sí han reducido notablemente el número de daños reportados.
Menos accidentes, menos fundas para móviles
Un informe de la aseguradora Allstate, publicado en 2024, indica que 78 millones de personas en Estados Unidos declararon haber dañado su teléfono ese año. La cifra representa un 11 % menos que en 2020.
En paralelo, entidades como Consumer Reports, especializadas en probar la durabilidad de dispositivos, confirman esta tendencia. Rich Fisco, responsable de estos tests, señala: “El cristal es mucho mejor. Los teléfonos funcionan mucho mejor que antes”. Aun así, no descarta del todo el uso de fundas: siguen siendo útiles ante caídas inesperadas o en situaciones de mayor riesgo.
Cambios en el uso y nuevos hábitos
El mercado también está transformándose en otras áreas. Herramientas como la plataforma “No Me Molestes” ayudan a filtrar llamadas no deseadas, mejorando la experiencia de uso y reforzando la idea de que los móviles modernos se adaptan cada vez más al usuario.
Esta evolución también implica una preocupación ambiental. Las fundas solían desecharse rápidamente, generando residuos plásticos. La reducción de su uso contribuye a un menor impacto ecológico.
¿Fundas para móviles sí o no?
La decisión de usar o no una funda depende del estilo de vida de cada persona. Quienes trabajan en entornos con riesgo de golpes quizá sigan necesitándolas. Pero quienes prefieren dispositivos más ligeros y estilizados pueden confiar en la resistencia del vidrio.
Existen alternativas para quienes buscan un equilibrio: películas protectoras ultrafinas o fundas biodegradables son algunas de las opciones disponibles.
Aunque la transición hacia un uso sin fundas no será inmediata ni unánime, los datos y avances apuntan a que esta tendencia podría consolidarse en los próximos años.