El nuevo Parque de Atenciones del Vall d´Hebron dispone de 500 metros cuadrados.



Es difícil encontrar una familia no golpeada por el maldito cáncer. El diagnóstico de la enfermedad conlleva un shock inicial, seguido de una reacción que depende de diferentes factores. El trance es siempre duro y esto a pesar de los avances médicos y del alto grado de curación logrado en algunos tipos de cáncer.

Sin embargo, uno de los tragos más complicados se produce cuando el diagnosticado es un niño. La serie de televisión Pulseras Rojas recreaba de manera realista esos momentos por los que atraviesa un pequeño o adolescente desde que le detectan la enfermedad, hasta que tiene que pasar por los duros tratamientos para hacerle frente.

A lo largo de los últimos años, diversos expertos han concluido que la predisposición de los más pequeños a la hora de luchar con este mal es mayor en entornos hospitalarios acordes a su edad. Ahora, el último de los ejemplos en este sentido acaba de inaugurarse en el Hospital Maternoinfantil Vall d´Hebron. Se trata de una unidad de Día de Oncología y Hematología Pediátricas.

El primero del país
Tal y como explicaron sus responsables, el objetivo es ampliar el espacio disponible para “los tratamientos ambulatorios de niños y niñas con cáncer, para ofrecerles una atención de mayor calidad y un espacio más confortable, dotado de la última tecnología, donde las familias puedan sentirse como en casa”. Un dato a tener en cuenta es que este una parte importante de los pacientes que atiende este servicio son de fuera de Cataluña.

A lo largo de cuatro años, la Fundación Small se ha volcado con un proyecto en el que han colaborado diferentes instituciones y entidades, entre ellas la Obra Social “la Caixa”, la Fundación Joan Ribas Ariquistain y la Fundación Vila Casas. Gracias al trabajo realizado durante este tiempo, en total se han recaudado 1,6 millones de euros, cantidad invertida en el proyecto.

La puesta en marcha de esta unidad supone la ampliación del espacio destinado a estas labores de 100 a 500 metros cuadrados, superficie que acoge una docena de puntos de tratamiento y cuatro consultas, una unidad de ensayos clínicos, una sala de exploraciones con apoyo anestésico y un espacio donde pueden ingresar los niños en situación de inmunosupresión.

Tecnología avanzada
Precisamente, una de las características de este nuevo centro es que dispone de la tecnología más avanzada. El fin último es que “los niños y niñas se sientan cómodos durante el tratamiento que deben recibir y, por ello, aparte de los últimos adelantos tecnológicos, el diseño del espacio ha sido pensado para que las familias se encuentren en un entorno agradable y que fomente un mejor estado de ánimo, mediante la suma de pequeñas experiencias”.

En este sentido, la idea del Parque de Atenciones juega con el concepto de un espacio donde los pacientes y sus familias pueden recibir todas las atenciones necesarias, médicas y emocionales, en un lugar donde además pueden desconectar, descansar, respirar y jugar.

Cáncer infantil
En la actualidad, el cáncer es la primera causa de mortalidad infantil por enfermedad en niños de más de un año. El dato lo ha facilitado el mencionado centro hospitalario, referencia nacional e internacional en la materia. A día de hoy, “se ha logrado que la supervivencia se sitúe en torno al 80 %”, aunque es prioritario “avanzar en la investigación de la enfermedad para conocerla mejor y obtener tratamientos más eficaces”.

En este sentido, el Grupo de Investigación Traslacional del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) está centrado en la investigación de nuevas dianas terapéuticas basadas en un mejor conocimiento de la biología de los cánceres pediátricos.

A la consecución de los resultados buscados contribuye un entorno adecuado a la edad de los pacientes y sus familiares porque, con seguridad, no es lo mismo una sala en blanco y negro que los mundos o experiencias que componen el nuevo Parque de Atenciones, con salas que recrean una zona de pícnic, la naturaleza con sus cabañas y todo, o una ciudad... con tintes futuristas ¿Y si el tratamiento se recibe en el espacio, rodeado de planetas o en un taller de puesta a punto de vehículos en el que no falta de nada? Sin duda, los niños y niñas lo agradecen.