Según datos del Instituto Nacional de Estadística [INE], en el año 2000 la población española que residía en ciudades de más de medio millón de habitantes rozaba los siete millones [6.955.052]. Un par de décadas más tarde, esa cifra se sitúa en 7.668.824 personas.

En el caso de los municipios con menos de diez mil habitantes, el crecimiento ha sido proporcionalmente mayor: de 40.499.791 al arrancar el siglo, hasta los 47.385.107 del año pasado.

Los datos comienzan a desmentir el supuesto retorno al ámbito rural

No hay vuelta al campo

A pesar de que muchas voces se alzaron durante la pandemia anunciando una diáspora hacia los pueblos, como consecuencia de la mejora del teletrabajo y una supuesta mejor calidad de vida, esa hipótesis “al menos en España” comienza a ser desmentida por los datos, según afirma José Pablo Martínez, ayudante de investigación del Real Instituto Elcano, en una investigación publicada por esta institución.

Martínez explica que “la urbanización del planeta se ha ido concentrando paulatinamente en un número reducido de ciudades cuyo mayor tamaño y nivel de internacionalización les ha permitido tener un papel cada vez más influyente en la gobernanza global de diferentes asuntos, como por ejemplo la acción climática”. De hecho, según sus datos, “en 1990 un 34% de la población urbana residía en ciudades de más de un millón de habitantes, en 2020 ese porcentaje ya había ascendido al 43% y para 2035 se estima que alcance el 47%”.

En 2100, Lagos y Kinshasa podrían llegar a tener más de 80 millones de habitantes

Megaciudades

Ese fenómeno es la causa del nacimiento de las “megaciudades”, que son las que cuentan con una población superior a los diez millones de habitantes. En 1990 existían diez, en Asia y América. Pero, en la actualidad “se han triplicado encontrándose más de la mitad en el continente asiático, el cual se prevé que a mediados de siglo siga concentrando la mayor parte de estas aglomeraciones urbanas”.

En el caso de Lagos y Kinshasa, podrían llegar incluso a superar los 80 millones de habitantes en 2100, aunque Martínez advierte de que las previsiones a tan largo plazo siempre deben tomarse con cautela.

La población española está a una media de 20 kilómetros de distancia de los servicios básicos

Retos

Esta evolución plantea retos en ambos ámbitos: “Las ciudades tienen que entender que los territorios rurales están presentes en su día a día porque las proveen de alimentos, energía y generan biodiversidad”, afirmaba la semana pasada Francesc Boya, secretario general para el Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico durante la presentación en el Foro de las Ciudades de la Guía hacia las ciudades de 15 minutos y territorios de 45 minutos, creada por el Foro NESI, una organización sin ánimo de lucro que “promueve una economía más sostenible, justa y colaborativa”.

Esta publicación ofrece más de 50 herramientas y buenas prácticas para el fomento del modelo de Ciudad de 15 minutos y Territorios 45 minutos en relación a usos mixtos del suelo, uso flexible de espacios y edificios, renaturalización y fomento de la biodiversidad, igualdad y cohesión social, reactivación de la economía local o la búsqueda del equilibrio territorial.

Boya incidió en la necesidad de colaboración: “Aunque la problemática sea diferente para el conjunto urbano que el rural, ambos tienen que encontrar soluciones que tengan en cuenta los criterios económicos, la sostenibilidad y otros como la inclusión”.

Sus datos indican que “la población española está a una media de 20 kilómetros de distancia de los servicios básicos, aunque el 80% vive en ciudades. Por eso el transporte va a jugar un papel fundamental que permita acceder a todos los servicios en el menor tiempo posible”.

Además, “las ciudades tienen que entender que los territorios rurales están presentes en su día a día porque las proveen de alimentos, energía y generan biodiversidad”.

Ejemplos

Un ejemplo de esta evolución puede ser Lugo. Lara Méndez, su alcaldesa, afirmó: “Tenemos muy interiorizado el concepto urbano rural porque es una obligación y una convicción. Por eso estamos trabajando en la segunda gran transformación de la ciudad de Lugo para fomentar la humanización del espacio y la conectividad de la mano de la sostenibilidad”.

La edil anunció la creación del “primer barrio multi-ecológico de España, donde vamos a multiplicar por 5 las zonas verdes, con espacios comunes que permitan la interrelación entre las personas y con su entorno”.

Por su parte, Silvia Villacañas, directora de Planificación Estratégica del Ayuntamiento de Madrid, afirmó que existe una tendencia generalizada para la transformación urbana y rural centrada en las personas: “Por una parte, se están impulsando ciudades más humanas que favorezcan la cercanía y proximidad con el fomento de la movilidad sostenible, el consumo de productos de cercanía o las zonas verdes. Por otra parte, a través de la digitalización se están facilitando los servicios en los entornos rurales. Es necesario acercar los territorios periurbanos a los territorios rurales y acercar la frontera entre ambos, que no deben ser dos mundos separados”.