Diego Dueñas es doctor en Economía y profesor de la universidad de Alcalá. Y, como comenta entre risas “cuando podemos, investigamos”. Junto a Raquel Llorente Heras, de la Universidad Autónoma de Madrid y Luis Gómez Rufián, de la Universidad Carlos III de Madrid, acaba de publicar en el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”, un estudio sobre el impacto de los EREs y los ERTEs en el mercado de trabajo. Lo que denominan “pandemia laboral”.

La idea surge con la oportunidad de “medir una perturbación exógena que se produce en el mercado laboral español. Este tipo de perturbaciones -como la pandemia o la crisis financiera de 2007- no sucede todos los días”, explica Dueñas. Así que aprovecharon “este hecho puntual para analizar la repercusión laboral que tiene una pandemia en el mercado de trabajo español a través de cuantificar EREs y ERTEs”.

Los trabajadores en ERE y ERTE no se consideran como desempleados y no forman parte de la tasa de paro

En busca de datos reales

El objetivo final es reevaluar la conveniencia de utilizar la definición actual de tasa de paro en la teoría económica -que la considera el porcentaje de parados con respecto a la población activa- como un indicador de la evolución de la economía.

Como señala Dueñas, “los trabajadores en ERE y ERTE no se consideran como desempleados, sino como ocupados; por tanto, no forman parte de la tasa de paro. Podríamos estar incurriendo en una tasa de paro ficticia o relajada, digamos”.

En el segundo trimestre de 2021 se alcanzan los 3,1 millones de personas con reducción de jornada o suspensión de contratoico 0 ES

En el segundo trimestre de 2021 se alcanzaron los 3,1 millones de personas con reducción de jornada o suspensión de contrato

Los peores momentos

El peor momento para el mercado de trabajo se produjo en el segundo trimestre de 2021, cuando alcanza los 3,1 millones de personas con reducción de jornada o suspensión de contrato. A partir del tercer y cuarto trimestre, el número de personas en esa situación laboral empieza a disminuir, aunque Dueñas indica que “aún no se han recuperado los niveles que teníamos en 2019”.

“El pico se produce por la reducción de jornada y, sobre todo, por la suspensión de contrato”, explica. Se trata de una situación extraordinaria, que “no había sucedido y esperemos que no vuelva a suceder”, pero que a la vez supone una “oportunidad de investigación”.

Comercio y hostelería son los sectores que más impacto han sufrido con la pandemia

Una crisis diferente

De hecho, ni siquiera se produjo en 2007 y 2008, porque en ese caso, no se utilizaron EREs ni ERTEs. “Aquella crisis económica fue afectando sector por sector: primero cayó el de la construcción, después servicios… Se produjo un contagio de sector a sector. En este caso, el choque ha sido contra todo el tejido productivo a la vez. No ha habido un sector muy afectado y el resto nada”.

Una vez superado el momento más difícil, el sector con mayor recuperación es el de la construcción. El más castigado es el de servicios “y, más concretamente, el que ha sufrido EREs y ERTEs con más impacto es comercio y hostelería”.

Hombres y mujeres más o menos se reparten por igual en cuanto al grado de afectación por EREs y ERTEs

Hombres y mujeres más o menos se reparten por igual en cuanto al grado de afectación por EREs y ERTEs

Más datos

Por género, parece que hombres y mujeres “más o menos se reparten por igual en cuanto al grado de afectación por EREs y ERTEs. Lo que sí se ve es que, en el caso de las mujeres, en los cuatro trimestres la repercusión va en aumento, les va afectando más a ellas. En el caso de los hombres, se produce cierta reducción”.

“Los datos reflejan cómo es la estructura productiva en España”, reflexiona Dueñas. “Si tenemos más sector servicios, ha atacado más al sector servicios. Si hombres y mujeres se reparten a partes iguales, también les afecta por igual”.

Entre el tercer y cuarto trimestre pasan a inactividad del 14,3 por ciento de las personas

Entre el tercer y cuarto trimestre pasan a inactividad del 14,3 por ciento de las personas

Excusa para despidos

Uno de los objetivos iniciales era analizar “si las empresas utilizarían estas situaciones temporales para camuflar las salidas al desempleo. Porque la gente que cae en el desempleo [en situaciones como esta] tiene una probabilidad muy alta de ser parados de larga duración y recuperar a todas esas personas es muy complicado”.

En este sentido, la evolución del tercer al cuarto trimestre “sí tiene algún dato que puede ser importante. Por ejemplo, el paso a inactividad del 14,3 por ciento. Eso puede estar reflejando un efecto desánimo: llevo ya seis meses en ERTE, no parece que esto vaya a arreglarse a corto plazo”.

La consecuencia es que “los trabajadores se rinden y deciden salir del mercado laboral, tomar una prejubilación, lo que sea, pero salir del mercado laboral. Ese dato es grave”.

Otro hallazgo clave es que “el 32,9 por ciento de personas que continúan en ERTEs en esa transición del tercer al cuarto trimestre es bastante significativo. Es una bolsa de trabajadores que no han podido aprovechar el momento bueno entre el segundo y el tercer trimestre para volver a incorporarse a la ocupación y entre el tercero y el cuarto, tampoco. Es un remanente para quienes la salida del ERE o del ERTE es más complicada”.

Por desgracia, no podremos confirmar la evolución profesional de esas personas, porque el INE ha eliminado la pregunta clave en la encuesta de población activa. “Parece que los investigadores a veces molestamos”, afirma Dueñas.