“Para muchos países, es probable que el cambio climático ralentice el crecimiento e incremente la frecuencia de desastres naturales. Esto generará estrés en las finanzas públicas, tanto desde el lado de los ingresos, como desde el del gasto”.

El cambio climático supondrá menos crecimiento y más desastres naturales

Esa es la advertencia que lanza un grupo de expertos del grupo de investigación en temas económicos independiente Bruegel. Según sus previsiones, el cambio climático generará pérdida de confianza en las emisiones, lo que incrementará los costes para los gobiernos a la hora de pedir dinero prestado.

El cambio climático disparará una crisis económica por el incremento de costes para los gobiernos

Crisis climática

La Unión Europea [UE] también expresa su inquietud con respecto al impacto del cambio climático, sobre todo si tenemos en cuenta que 2024 fue el año más cálido en el continente, según la última edición del informe de “Estado del Cima”.

Las principales conclusiones de este informe apuntan a que el impacto fue especialmente significativo en la zona del Mediterráneo y en los glaciares de Escandinavia, que han perdido más masa que nunca.

En total, más de 400.000 personas se han visto afectadas por tormentas e inundaciones y 42.000 por incendios. Las pérdidas estimadas se sitúan por encima de los 18.200 millones de euros y un 85% de ese importe se atribuye a inundaciones, entre las que destacan las de Valencia.

Economía resiliente

Las preocupaciones sobre el impacto del cambio climático en la economía global se han extendido también al Fondo Monetario Internacional [FMI]. Su directora general, Kristalina Georgieva, subrayaba la semana pasada la necesidad de crear una economía global más equilibrada y resiliente.

Georgieva hablaba de la “erosión de la confianza” en el sistema internacional y entre los países, que se ha acentuado por la crisis de aranceles de los últimos días. Y advertía de que “la incertidumbre es costosa”.

La UE se pone en marcha

Como ejemplo de intento de prevención y minimización del impacto del cambio climático, la UE cuenta con un proyecto de detección de inundaciones. Se trata de un proyecto a tres años, que acaba de llegar al ecuador de su vigencia. En este tiempo, ya se han instalado 270 sensores inteligentes de alerta.

“El sistema integra tecnología de internet de las cosas, previsión meteorológica y modelos hidrológicos para obtener datos en tiempo real y alertas rápidas de inundaciones”, explica Claudia Guerini, asesora del proyecto.

Competitividad y descarbonización

La UE también presentó este mismo año su Acuerdo de Industria Limpia, que tiene como objetivo “apoyar la competitividad y resiliencia de nuestra industria” y que “acelerará la descarbonización, a la vez que asegura el futuro de la fabricación en Europa”.

Otro de los puntos sobre los que hace hincapié la UE es reducir en un 10% los deshechos en los procesos de producción de alimentos y reducirlos en un 30% en el caso de las tiendas, restaurantes, servicios de comida y hogares.

El impacto económico de estas medidas es enorme, si tenemos en cuenta que los 59 millones de toneladas de alimentos que se tiran a la basura cada año en el continente suponen unas pérdidas de 132.000 millones de euros.

El plan también busca reducir los 12.600 millones de toneladas de residuos textiles que se generan cada año en los países de la Unión. El sector de ropa y calzado acumula por sí mismo 5,2 millones de toneladas de deshechos, lo que equivale a 12 kilos por persona cada año

Con estas medidas, la UE espera evitar una posible crisis económica provocada por el aumento de los desastres naturales y la posible pérdida de competitividad de Europa.

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