Antonio Di Paolo abandonó su Pescara natal para ir a estudiar en la universidad de Bolonia [“la primera del mundo”, dice] con una recomendación de sus padres: no trabajar y centrarse en la carrera. Nunca podía imaginar que terminaría investigando precisamente eso: el impacto del empleo durante la etapa académica.  

Di Paolo, ahora en la Universitat de Barcelona, acaba de publicar junto a Alessia Matano, de la Università Sapienza de Roma, el estudio ¿Influye trabajar y estudiar a la vez en la empleabilidad de los titulados? en el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”.

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La investigación analiza el efecto de estudiar y trabajar a la vez en las perspectivas laborales de los titulados universitarios. Y busca “desajustes entre el mundo profesional y la formación universitaria”, como nos explica él mismo.

Su curiosidad se despertó por su propia actividad como profesor universitario: “Veíamos muchos estudiantes que a la vez trabajaban, sobre todo en los últimos años. Y estaban muy contentos. En especial, quienes tenían trabajos relacionados con sus estudios”.

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Trabajar y estudiar a la vez puede mejorar la empleabilidad de los titulados universitarios

Conclusiones
Según las conclusiones de la investigación, “trabajar y estudiar a la vez mejora la empleabilidad de los titulados universitarios españoles, siempre que los empleos que tuvieron cuando estudiaban guarden relación con su campo de estudio”.

Di Paolo matiza: “No es fácil llegar a la conclusión de si trabajar en un cierto tipo de empleo te ayuda o no, porque obviamente eso es un proceso de decisión y está relacionado con características observadas -como la edad, el género o la titulación previa- pero también hay otros aspectos que no se observan, como podría ser la motivación, las aspiraciones, la habilidad innata, etc.”.

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Aun así, los datos parecen dejar bien claro que, si trabajas en un puesto que esté directamente relacionado con tu área de estudios, el impacto es beneficioso.

Pero ese factor es importante porque, como explica Di Paolo, “trabajar durante los estudios en un trabajo no relacionado con la carrera tiene un efecto negativo en el encaje en el mercado laboral”.

El coautor califica el resultado de “bastante potente, porque mi percepción es que es muy difícil salir de un trabajo que a lo mejor está bien pagado, pero no tiene mucho que ver con lo que se ha estudiado”.

Las personas que están en trabajos que no se ajustan a su titulación tienen peor salario

Una decisión compleja
Por eso, es preciso sopesar bien los pros y contras de estas decisiones: “Cuando las personas se meten en esta vida, a no ser que sea por necesidad, no perciben los costes que puede tener en el futuro. Y, sobre todo, es muy difícil luego volver a trabajar en ámbitos relacionados con los estudios”.

Y ese desencaje afecta de forma negativa a la carrera profesional porque, como cuenta Di Paolo, “hay muchos estudios que demuestran que las personas que están en trabajos que no se ajustan a su titulación tienen peor salario con respecto a quienes están bien encajados, tienen mayor probabilidad de dejar el trabajo y están menos satisfechos con muchos aspectos de su trabajo. Que además afecta a la satisfacción con la vida en su conjunto”.

Aun así, no cree que se pueda calificar de mala decisión con ligereza. “Hay que matizarlo bien. Está claro que reduce la posibilidad de tener un trabajo que encaje después. Pero también es cierto que hay algún aspecto positivo”, razona.

Además, hay que tener en cuenta que los casos son diferentes, porque “hay personas que tienen que trabajar sí o sí porque no tienen recursos para pagarse los estudios universitarios y hay otras que lo hacen para adquirir competencias y experiencias que pueden ser útiles para el mercado laboral”.

Y señala que “el Estado debería ofrecer (más) becas a personas con talento y motivación para estudiar, pero con pocos recursos económicos”.

En cuanto a trabajar en los años iniciales de carrera Di Paolo duda que sea beneficioso “porque quizá sí entorpece el proceso educativo. Pero es algo que se tendría que contrastar”.

Pero tiene claro que “lo que sí es bueno es estudiar bien, en profundidad, todas las asignaturas y con buenas notas. Seguro que el mercado laboral lo premia”.