“Rusia ha intentado ponernos presión, por ejemplo, cortando los suministros de gas a Polonia, Bulgaria y Finlandia. Pero esta guerra y este comportamiento solo han reforzado la decisión de Europa de librarnos rápidamente de los combustibles fósiles rusos”, afirmaba rotunda ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Lo hizo en su discurso en el World Economic Forum, en medio de un ambiente enrarecido por la situación actual en nuestro continente. “Es difícil creer que hoy en Davos hablemos de guerra. El espíritu de Davos es la antítesis de la guerra. Es crear lazos y encontrar soluciones conjuntas para los grandes retos a los que nos enfrentamos”, añadió.

Foro de Davos

Rusia ha demostrado que no es un suministrador fiable de energía

Colaboración con EEUU

También ayer, la Unión Europea y Estados Unidos emitieron una declaración conjunta sobre la seguridad de la energía en nuestro continente. “Rusia ha demostrado que es un suministrador de energía para Europa en el que no se puede confiar, a través de acciones injustificadas e inaceptables”, arranca el texto.

Los términos son firmes: “La Comisión Europea y Estados Unidos condenamos el uso de la energía por parte de Rusia como chantaje y reafirmamos nuestro compromiso para reforzar la seguridad de la energía en Europa”.

Es el momento de que Europa defina y marque una agenda sólida en términos eco sociales

Otras voces

Fuera del foro de Davos, otras voces analizan la realidad desde un punto de vista diferente. José Illana, fundador de Quiero e impulsor de La Revolución de las Emociones, razona: “Una vez más se ha puesto de manifiesto la violencia que desata el control por los recursos. La lucha por los combustibles fósiles nos lleva acompañando muchas décadas”.

Desde su perspectiva, “quizás ahora, que ha dado de lleno dentro de las fronteras europeas -porque eso es Ucrania, Europa-, nos ayude a revisar nuestra dependencia energética. Pero no solo de los combustibles fósiles sino también de las grandes corporaciones. Es el momento de que Europa -a través de cada uno de sus Estados miembros- defina y marque una agenda sólida en términos eco sociales”.

Y concluye que “no podemos ni debemos consentir como ciudadanos que ningún CEO sobradamente listo nos llame tontos”.

Estamos viendo emerger el mismo patrón en seguridad alimentaria

Actos vergonzosos

La presidenta afirmó que “Rusia está convirtiendo su suministro de energía en un arma”, con repercusiones globales. “Por desgracia, estamos viendo emerger el mismo patrón en seguridad alimentaria”.

Según sus datos, “el ejército del Kremlin está confiscando reservas de grano y maquinaria”. También señaló que “la artillería rusa está bombardeando almacenes de grano en Ucrania. Y los buques de guerra rusos del Mar Negro está bloqueando a los barcos ucranianos cargados de semillas de trigo y girasol”  Y calificó de “vergonzosos” estos actos, cuya consecuencia son que “el precio del trigo se está disparando”.

Von der Leyen volvió a hacer hincapié en que “la crisis climática no puede esperar”. Y añadió que las condiciones geopolíticas actuales, dejan claro que “tenemos que diversificar, lejos de los combustibles fósiles. Ya hemos fijado nuestro rumbo hacia la neutralidad climática. Ahora, debemos acelerar nuestra transición hacia energía limpia”.

El proyecto Balticonnector conecta a Estonia con Finlandia

Diversificación

Los esfuerzos de la UE por “diversificar los suministros y reducir las dependencias del gas ruso” se extienden “por toda Europa, desde los países nórdicos, hasta los Balcanes”. El proyecto Balticonnector, impulsado por la Comisión, conecta a Estonia con Finlandia y su objetivo es “incrementar la seguridad del suministro” para este país y la región.

Otro proyecto, operativo comercialmente desde el 1 de mayo, es el Interconector de Gas Polonia-Lituania, que “refuerza la opcionalidad y la resiliencia de todo el mercado de gas Báltico”.

No obstante, estas iniciativas no parecen haber sido suficiente: “La Comisión Europea y Estados Unidos entienden la urgencia de tomar medidas decisivas para reducir las importaciones de energía de Rusia”.

Por eso, han creado una task force [equipo especial] para la seguridad energética, que anunciaron von der Leyen y Biden, y que “continuará trabajando en la diversificación del suministro de gas natural a Europa”, además de “acelerar el desarrollo de la eficiencia energética y las tecnologías inteligentes en hogares y empresas” de nuestro continente, además de “reducir la demanda de combustibles fósiles”.

Estamos llevando nuestra ambición a otro nivel

Pacto Verde

Von der Leyen aseguró en su intervención en Davos que “el Pacto Verde europeo ya es ambicioso. Pero ahora estamos llevando nuestra ambición a otro nivel”, en referencia al proyecto RePowerEU, presentado la semana pasada.

Este plan, con una inversión de 300.000 millones de euros, tiene como objetivo diversificar el suministro energético y acelerar esa transición verde, según señaló la presidenta. “Hoy, casi un cuarto de la energía que consumimos en Europa procede de fuentes renovables. Gracias a RePowerEU, prácticamente doblaremos esta cuota hasta el 45% en 2030”, afirmó.

También se refirió al proyecto de energía eólica en el mar del Norte, en el que participan cuatro países de la Unión [Alemania, Bélgica, Holanda y Dinamarca], para construir 150 gigawatios de capacidad. Según von der Leyen, “cubrirá el consumo energético de más de 50 millones de hogares -alrededor de una cuarta parte de los hogares europeos-“.

La energía renovable es nuestro trampolín hacia las cero emisiones netas de CO2

Buen camino

La presidenta aseguró que “este es el buen camino. La energía renovable es nuestro trampolín hacia las cero emisiones netas de CO2. Es bueno para el clima. Y es bueno para nuestra independencia y seguridad del suministro de energía”.

También afirmó que “las economías del futuro no pueden depender ya del carbón y el petróleo, sino en las baterías de litio, los chips de metal silíceo y en los escasos imanes permanentes de la Tierra, para los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas”.

Sin embargo, señaló que esos materiales no serán fáciles de conseguir. “Para muchos de ellos, dependemos de un puñado de productores en todo el mundo”. Algo que puede provocar caer “en la misma trampa que con el petróleo y el gas”. Por ese motivo, la UE está “trabajando para asegurar la resiliencia de nuestras cadenas de suministro”.

Para conseguirlo, la Comisión ya ha asegurado acuerdos con países como Canadá y se espera alcanzar otros.