Jordi Guix es el máximo responsable de Estrategia e Innovación de La Casa de Carlota, una agencia de publicidad y consultora de marketing que ha convertido el activismo social en su signo de identidad. Tras 20 años de experiencia en grandes multinacionales publicitarias, se incorporó a primeros de año a este pequeño estudio de Barcelona que cuenta ya con sede en Madrid, Sevilla, Medellín, Sao Paulo y México. Además es la primera agencia de publicidad española en tener un certificado B-Corp, un sello de EEUU que reconoce la vocación de las empresas para mejorar el mundo a través de los negocios.

La mayor singularidad de La Casa de Carlota es que integra en su equipo creativo a personas con capacidades diferentes: profesionales de la publicidad al uso, estudiantes, personas con síndrome de Down o con Trastornos del Espectro Autista. "Se les contrata no por su discapacidad, sino por su capacidad en algunos aspectos", nos explica Jordi Guix en una nueva entrevista #PalabraDeConfinad@. 

"Los políticos han seguido instalados en su partidismo y no han sabido conectar con los problemas reales de la gente"

Hemos hablado con él del punto de inflexión que ha supuesto la crisis del coronavirus para las marcas. En su opinión, lo han hecho mucho mejor que los políticos. "Se han quitado el gorro de 'voy a vender más', conscientes de que la situación no les va a permitir hacerlo durante los próximos meses, y se han puesto el gorro de 'voy a ayudarte e invertir en mascarillas o cambiar la línea de producción para hacer respiradores' y salir después favorecidos". comenta. Sin embargo, "los políticos han seguido instalados en su partidismo y no han sabido conectar con los problemas reales de la gente", critica.

PREGUNTA.- ¿Cómo has vivido el confinamiento?

RESPUESTA.- Teletrabajando, aunque con la desescalada hay personas que han empezado a trabajar en la agencia físicamente. Hemos podido solventarlo bastante bien todo y hay dinámicas que hemos interiorizado en estos días que, en parte, se van a quedar.

P.- Trabajar fuera de la oficina pueder resultar muy inspirador para un creativo

R.- Sí, yo ya lo hacía antes. Parte de mi trabajo es justamente la inspiración y nunca sabes cuándo te llega ni donde. En mi caso no me ayuda nada estar encerrado en un despacho, una oficina o con gente alrededor. Ya antes hacía mucho trabajo, no desde casa, me iba a una terraza con el ordenador, o a hacer deporte. Con un wifi y un ordenador, al menos en este ámbito, se puede trabajar bastante.

P.- ¿Se podría decir que en estos días habéis hecho el agosto con las marcas, por decirlo de alguna manera, ante las nuevas necesidades de comunicación?

R.- Sí, pero no. Hemos tenido más trabajo que nunca, nosotros y el resto de la industria. Las marcas han visto la necesidad estos días de comunicar cosas distintas y meterse en el hogar de todos lo que nos ha obligado a estar muy encima, pero en paralelo ha venido con un colapso de la economía de la noche a la mañana, por lo que muchos presupuestos y dinero destinado a comunicación o marketing se ha congelado. Se ha trabajado mucho y se está ingresando poco. 

"La superviviencia de las marcas, a partir de ahora, pasa por que asuman su poder transformador"

P.- ¿Qué papel van a tener las marcas y el marketing en la reconstrucción postcoronavirus?

R.- Estamos convencidos de que las marcas deben tener un papel mucho más transcendente en la sociedad, en el planeta, como agentes de cambio transformadores. Ya lo decíamos antes del COVID, que es la razón de ser de la compañía, y ahora mucho más. Hasta ahora siempre había funcionado en marketing apelar a las necesidades funcionales o emocionales, ahora ya no es suficiente y a las marcas no les queda otra que adoptar un papel mucho más activo ante los problemas reales de la sociedad y sus necesidades. El consumidor lo ha visto estos días, cuando se han volcado en ayudar a hospitales, fabricar mascarillas o dar dinero al Banco de Alimentos. El consumidor lo ha percibido y lo valora positivamente. La superviviencia de las marcas, a partir de ahora, pasa por que asuman su poder transformador. En este momento ha sido por el COVID, pero después pueden ser temas memedioambientales o temas sociales. Cuando los consumidores se inclinen por un producto, van a poner al lado de si es bueno o está bien de precio, qué hace esta marca por la sociedad y el planeta.

P.- ¿Crees que realmente, más allá del momento que estamos viviendo, las empresas y las marcas se lo creen de verdad?

R.- No, hay muchas que no se lo creen de verdad, pero está calando cada vez más y lo están viendo en resultados. La balanza de llamadas y consulta alrededor de esto han sido muchísimas en estos días. Para mí es un signo de que se empieza a creer más, no solo en España, a nivel mundial. Hay una lucha paralela entre dos cuestiones: la necesidad de seguir vendiendo y la necesidad de tener un papel transformador. Las marcas que van a vender más son aquellas que están incorporando este factor transformador.

P.- Vuestra señal de identidad es utilizar el marketing y la publicidad para hacer un mundo mejor para todos, más respetuoso con el medio ambiente, ¿os cuesta encontrar clientes que estén en la misma sintonía?

R.- No, todo lo contrario. Es un discurso masivo y transversal.

"Los políticos deberían haber hecho como en marketing, detectar los insights que a día de hoy movilizan a la gente"

P.- ¿Qué campaña recomendarías a los partidos políticos como empresa?

R.- Es muy complicado. Se tiende siempre al partidismo y a encasillar discursos. Con la que está cayendo a nivel social, lo inteligente hubiera sido poner al consumidor, a las personas en el centro, independientemente del color del partido. Las problemáticas son muy transversales, pero los políticos han seguido instalados en su partidismo y no han sabido conectar con los problemas reales de la gente. Deberían haber hecho como en marketing, detectar los insights que a día de hoy movilizan a la gente. En política se ha perdido mucho el escuchar y poner a la sociedad en el centro. En cambio las marcas, por ejemplo, sí han sabido hacerlo bien. Se han quitado el gorro de 'voy a vender más', conscientes de que la situación no les va a permitir hacerlo durante los próximos meses, y se han puesto el gorro de 'voy a ayudarte e invertir en mascarillas o cambiar la línea de producción para hacer respiradores' y salir después favorecidos. Incluso los que están ganando más, como los supermercados, que han vendido más estos días, han revertido esos beneficios extra hacia la gente que más lo necesita".

P.- ¿Tenéis clientes del mundo de la política?

R.- No. No nos lo hemos planteado y no sé qué diríamos si viene alguien, dependería de para qué fuese. Para una campaña de partido, a lo mejor diría que no, pero si fuera para algo que tuviera un trasfondo social importante o atajar una problemática concreta, sin ningún problema. Al contrario, encantados.

"La magia de nuestra creatividad está precisamente en ese popurrí de diferentes capacidades"

P.- ¿Cómo surge 'La Casa de Carlota'?

R.- Somos una agencia de publicidad y consultora de marketing que nace con una casuística muy particular, que es lo que nos diferencia de otras agencias ya que en nuestro equipo de creatividad y diseño trabajamos con neurodiversidad. ¿Qué quiere decir? En La Casa de Carlota buscaron una creatividad distinta incorporando a chicos y chicas, mujeres y hombres con síndrome de Down, y ahora, con autismo. ¿Por qué? Porque tienen un cerebro distinto y una manera de pensar distinta. Se les contrata no por su discapacidad, sino por su capacidad en algunos aspectos y pasan por un proceso de selección igual que cualquier persona para el equipo. La magia de nuestra creatividad está precisamente en ese popurrí de diferentes capacidades. El creador de La Casa de Carlota tuvo la ocurrencia de probar esta fórmula trabajando al mismo tiempo para la integración social. De esta manera hemos integrado a estas personas en un equipo de trabajo convencional y, a la vez, estamos revolucionando de alguna manera la forma de hacer creatividad.

P. ¿Y el nombre? ¿De dónde viene?

R.- Una de las socias fundadoras tiene una hija con síndrome de Down que se llama Carlota y de ahí sale el nombre. 

P.- La fórmula ha debido de funcionar porque os habéis convertido en una de las agencias independientes con mayor éxito...

El éxito es muy relativo. En notoriedad y apariciones sí. Otra cosa es el negocio, eso cuesta más porque somos muy pequeñitos y hay que seguir luchando y picando mucha piedra. En este mundo las grandes agencias aún mandan mucho. Pero estamos en un momento muy bueno porque el discurso original de La Casa de Carlota encaja perfectamente con las necesidades actuales de los negocios y de la sociedad. 

"Nos han tachado muchas veces de utópicos, pero la tortilla está girando y la realidad nos está dando la razón"

P.- ¿Os han tachado alguna vez de utópicos?

R.- Sí, muchas veces. Ahora menos, pero aún nos lo dicen y hay clientes que nos ponen barreras justamente por eso. Quieren vender más y desconfían de que puedan hacerlo así, pero la tortilla está girando y la realidad nos está dando la razón.

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