Alfredo García, operador y supervisor de centrales nucleares, está detrás de la cuenta de Twitter @OperadorNuclear, que acumula cerca de 70.000 seguidores. Abrió la cuenta hace cuatro años con el objetivo de desmontar los mitos contra la energía nuclear. El pistoletazo de salida se lo había dado el accidente en la central nuclear de Fukushima en Japón al observar con impotencia el tratamiento que se estaba dando en los medios de comunicación. “Ni en en Fukushima ni en Chernobyl se produjeron explosiones nucleares”, nos aclara en una nueva entrevista #PalabraDeConfinado argumentando que para que haya una explosión nuclear es necesario uranio altamente enriquecido, al 90%. “Es físicamente imposible que en una central nuclear, por muy mal que se hagan las cosas, se produzca una explosión, ya que utilizamos un enriquecimiento entre el 3 y el 5%”, sentencia con afán divulgador.

"La energía nuclear es la que menos muertes produce, incluidas las energías renovables"

En estos años se ha ganado el respeto de la comunidad científica y ha silenciado el ruido de trolls y haters con argumentos. Da ahora el salto al mundo editorial con el libro ‘La energía nuclear salvará el mundo’ (Planeta), con el que pretende derribar las falacias más extendidas contra las centrales nucleares que, en su opinión, son la única alternativa a las energías renovables. Sostiene, además, que es la fuente energética más segura. "La OMS reconoce que 7 millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire, provocada por los combustibles fósiles" y, "curiosamente" también causa menos muertes que las energías renovables debido a los accidentes laborales.

Alfredo García cree que la energía nuclear podría servir para impulsar nuestra economía en la necesaria reconstrucción poscoronavirus. "Pero para eso hacen falta políticos con unas miras muy largas, además de una capacidad de consenso muy grande que parece que no tenemos", lamenta. 

"Las centrales nucleares que hay en España nunca se han utilizado para producir plutonio para armamento ni para fabricar bombas"

PREGUNTA.- ¿Por qué tiene la energía nuclear tan mala prensa?

RESPUESTA.- Este tipo de situaciones nunca se suelen dar por una sola causa. La energía nuclear tuvo un estreno digamos escandaloso y desagradable con la bomba atómica, desarrollada para derrotar al nazismo durante la segunda Guerra Mundial. Diez años después se empezaron a construir las primeras centrales nucleares para la producción de electricidad y, a partir de ese momento, la energía nuclear militar y la civil siguieron caminos separados. Las centrales nucleares que hay en España nunca se han utilizado para producir plutonio para armamento ni para fabricar bombas. Son usos diferentes de la misma tecnología. Ese arranque ha condicionado muchísimo y, además, hay otros intereses, como el de las petroleras, que les interesa fomentar ese rechazo a la energía nuclear. Series de televisión como 'Los Simpson' también han influido en esta mala prensa y muchos grupos ecologistas, que en una gran parte son personas bienintencionadas, pero con mucho desconocimiento.

P.- ¿Son los ecologistas tu mayor enemigo?

R.- No me gusta utilizar la palabra enemigo, prefiero rival. El auténtico rival de la energía nuclear son los combustibles fósiles y especialmente, el gas natural. Los productores de gas natural se ponen a sí mismos como la reserva energética para cuando las renovables no funcionan. Dicen 'cuando no hay viento, no hay sol, tenemos gas' . El gas es metano, tiene muchísimas fugas y en la combustión, aparte de gases tóxicos, genera dióxido de carbono en altas concentraciones. Muchísimo más altas que las renovables o la energía nuclear.

"La energía nuclear tiene muy mala prensa pero ha servido para evitar muchísimas emisiones de gases de efecto invernadero"

P.- ¿Sería entonces la energía nuclear entonces la alternativa a las renovables?

R.- Sí, pero depende de cada país. Noruega, por ejemplo, es un país extenso, con poca población y un consumo eléctrico relativamente bajo. Allí hay muchos saltos de agua que producen prácticamente toda su energía. Pronto llegarán a ser 100% renovables. Pero eso no es comparable a España, con el curso de los ríos cada vez más bajo. En nuestro caso, el uso de energía hidroeléctrica es limitado pero tenemos mucho sol y mucho viento. Estas energías son mucho más limpias que las emisiones fósiles, pero son variables. Aquí es donde viene la disyuntiva, ¿qué utilizamos como respaldo para estas energías? ¿El gas natural, que es parte del problema que nos ha llevado a donde estamos? ¿Utilizamos la energía nuclear que tiene muy mala prensa pero que al mismo tiempo ha servido para evitar muchísimas emisiones de gases de efecto invernadero y que suministra energía de forma constante y permanente independientemente de la climatología? Yo opto por un mix de renovables y nuclear con mayoría de renovables, por supuesto. En España, en torno al 70%, por ejemplo, de renovables y el 30% de nuclear. Ahora estamos dando en torno al 20%.

Alfredo García compagina la divulgación con su trabajo en la central nuclear de Ascó

"El Gobierno sabe que no podemos prescindir de las centrales nucleares"

P.- ¿Cómo ves el futuro de la energía nuclear en España, donde el lema 'nucleares, no gracias' ha cuajado mucho?

R.- Es un lema que se ha utilizado muchísimo, sobre todo por la izquierda. Se ha politizado muchísimo el debate nuclear cuando en otros países es totalmente indiferente. Francia, por ejemplo, tiene 56 reactores nucleares y sus gobiernos, sean de izquierdas o derechas, no se han planteado desmantelar las centrales nucleares.

El Gobierno y la vicepresidenta Teresa Ribera están bien asesorados y saben que no podemos prescindir de las centrales nucleares. De hecho firmó un acuerdo hace unos meses con empresas eléctricas propietarias de centrales nucleares en el que se planteaba un cierre escalonado de energías nucleares cuando de facto significaba un aumento de la vida de diseño planteada inicialmente para 40 años. Yo tengo la sensación de que ese acuerdo se irá prorrogando.

P.- En las críticas hacia la energía nuclear ¿qué ves más, ignorancia o mala intención?

R.- Hay de todo. En la mayor parte de la población e incluso en muchos políticos hay simplemente ignorancia. Einstein decía que todos éramos muy ignorantes, lo que pasa que no todos ignoramos las mismas cosas. Hay cosas que no saben ni siquiera los ingenieros eléctricos y pongo como ejemplo el mito de que las centrales nucleares no son capaces de adaptar su potencia a la variabilidad de las renovables, cuando las centrales nucleares francesas adaptan la potencia en función del consumo. Es decir, técnicamente es viable variar rápidamente la potencia de una central nuclear. En España no lo hacemos porque se diseñaron para funcionar al 100% de potencia durante todo el año, pero se podría implementar la misma mejora durante una parada de recarga.

"Uno de los mitos es que las centrales nucleares en España son viejas y obsoletas"

P.- ¿Han incorporado las centrales nucleares existentes en España las medidas de seguridad más punteras para prestar servicio con plenas garantías?

R.- Sí. Uno de los mitos es que las centrales nucleares en España son viejas y obsoletas. La edad media de los reactores españoles es de 33 años. La vida de diseño, que no es necesariamente la vida útil, es de 40 años y no hemos llegado todavía a esos 40 años. Además, esa cifra no es una cifra de caducidad ni de obsolescencia. Es una cifra en la que se indica que la inversión inicial ya está amortizada y que la central debe funcionar con plenas garantías durante ese tiempo para que sea rentable par los inversores. ¿Eso qué significa? Pues que si realmente se ha sido capaz de realizar un mantenimiento adecuado, que es como se está haciendo en todos los reactores españoles, los equipos se actualizan y renuevan periódicamente, la cifra legal de cese se debe ir revisando periódicamente. Las centrales nucleares españolas tienen el referente tecnológico y normativo en Estados Unidos que tiene 98 reactores, de los cuales 90 ya tienen licencia para operar hasta los 60 años y varios reactores acaban de conseguir licencia para operar hasta los 80 años. Que alguien me diga que una central nuclear con 33 años es vieja y obsoleta cuando hay otras con idéntica tecnología e idéntica normativa que tienen ya licencia para 80 años.

"Las centrales nucleares en España son la fuente que más energía genera"

P.- ¿Qué papel pueden tener las centrales nucleares en la reconstrucción del país tras la crisis del coronavirus?

R.- Las centrales nucleares generan en España más del 20% de la electricidad. Es la fuente que más energía genera, le sigue de cerca el gas y la energía eólica, que se acercan ya al 20%. Es muy importante tener en cuenta que el porcentaje es continuo durante todo el año, las 24 horas del día, lo que garantiza el suministro independientemente de las condiciones meteorológicas. ¿Qué es lo que hacen las centrales nucleares? Garantizar el suministro eléctrico y aportar valor a la tecnología y a la capacidad industrial de nuestro país. Estamos hablando de que hay unos 30.000 profesionales nucleares en España en trabajos directos e indirectos. Tenemos empresas que están exportando a todo el mundo tecnología nuclear española, diseños de salas de control, formación de operadores... Si no tuviéramos centrales nucleares esas empresas acabarían cerrando y perderíamos mucha capacidad industrial, mucha capacidad de tecnología que estamos teniendo. Creo que es muy necesaria la energía nuclear.

P.- ¿Puede dar la pandemia una oportunidad a la energía nuclear en la reconstrucción, para empujar de España?

R.- El sector ya está funcionando y lo hace bien. La mejor demostración es que hemos seguido funcionando sin problemas de seguridad y sin incidentes. De hecho, estamos haciendo paradas de recarga, no con normalidad absoluta, pero están funcionando bien y sobre calendario. 

¿Qué podríamos hacer más para mejorar la presencia nuclear? Para eso necesitaríamos que políticamente se fomentara la construcción de nuevas centrales nucleares en España y sería una grandísima noticia, pero improbable. España necesitaría seguir apostando por las energías renovables para prescindir de los combustibles fósiles y también construir nuevos reactores nucleares. Tenemos la capacidad tecnológica y los medios para hacerlo. Podría ser una forma para potenciar nuestra economía, pero para eso hacen falta políticos con unas miras muy largas, además de una capacidad de consenso muy grande que parece que no tenemos. 

P.- ¿Cómo has conseguido sobrevivir a haters y trolls en Twitter?

R.- Con sentido del humor. Es la clave para derrotar los extremismos y demostrando el respeto que no han tenido muchas veces conmigo. Cuando alguien me ataca intento darle la vuelta y utilizar ese ataque en beneficio mío. Por ejemplo, un día estaba en la playa y recibí un mensaje de un webmaster de una revista que decía 'tú trabajas por la energía nuclear por dinero, por vicio o porque te paga el lobby'. Le contesté 'yo no trabajo para el lobby nuclear, yo soy el lobby nuclear'. Cuando lo envié pensé que era demasiado fuerte... Pues fue un éxito y el tuit con mayor difusión. La respuesta tuvo gracia, fue espontánea y sirvió. Yo divulgo por vocación y el primer dinero que voy a cobrar por divulgar es por la venta del libro. Y luego, trabajo para una central nuclear.

"El mito más absurdo es el de las torres de refrigeración, donde sólo hay vapor de agua y aire"

P.- De todos los mitos que intentas desmontar en torno a la energía nuclear ¿cuál es el que más te molesta?

R.- Es difícil seleccionar uno porque hay muchos. El mito más absurdo es el de las torres de refrigeración, la famosa imagen de una central nuclear y cuyo uso no es exclusivo de la energía nuclear. Es un sistema de refrigeración y dentro sólo hay vapor de agua y aire. Es lo que llamo una fábrica de nubes que no tiene nada que ver ni con la radioactividad, ni con el humo, ni con nada tóxico. Se utiliza para proteger el ecosistema refrigerando el agua antes de que vuelva al río. 

P.- También desmontas el mito de que Chernobyl o Fukushima hayan sido explosiones nucleares, pero sí son accidentes producidos en una central nuclear como escenario.

R.- Para que se produzca una explosión nuclear necesitamos que el uranio esté altamente enriquecido, al 90%. En las centrales nucleares utilizamos un enriquecimiento de entre el 3 y el 5%. Es bajísimo. Es físicamente imposible que en una central nuclear, por muy mal que se hagan las cosas, se produzca una explosión.

Partiendo de esa base ni en Fukushima ni en Chernobyl se produjeron explosiones nucleares. Sí las hubo en el caso de Fukushima fueron de hidrógeno y en Chernobyl de vapor. Lógicamente, al producir gran destrozo, rompieron los edificios de contención en Fukushima y el edificio industrial en Chernobyl y entonces se produjeron emisiones radioactivas.

Un dato importante, en Fukushima no se ha producido ni una sola muerte por radioactividad. Han pasado nueve años y no se ha podido demostrar que ninguna muerte haya sido causada por una dosis alta de radioactividad. De hecho no ha habido un repunte de incidencia del cáncer. Y estamos hablando de un gravísimo accidente nuclear con fusión de tres núcleos. Pero realmente las consecuencias no son tan graves como se pudiera sospechar. 

"Incluso las energías renovables causan más muertes que la energía nuclear por los accidentes laborales"

P.- ¿Es seguro vivir al lado de una central nuclear?

R.- No es absolutamente seguro nada. Nos puede caer un meteorito o una pandemia como esta que se ha llevado a cerca de 30.000 personas en pocos meses en un país como España. No hay nada seguro 100% pero sí podemos establecer niveles de seguridad. Hay varios estudios muy contrastados que demuestran que la energía nuclear es la energía más segura en términos de muertes por unidad de energía generada. Teniendo en cuenta los accidentes nucleares que ya han ocurrido, eso quizá sorprenda. La OMS reconoce que 7 millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire, provocada por los combustibles fósiles. Es un dato que muchos antinucleares no asumen completamente.

Curiosamente las energías renovables también causan más muertes que la energía nuclear. ¿Cómo es posible? Porque hay más accidentes laborales. El grado de seguridad en las centrales nucleares es tan alto y tan estricto, desde la persona que monta los andamios hasta el que revisa la limpieza. Los requisitos de riesgos laborales son muy estrictos y precisamente por eso el número de muertes por unidad de energía es el más bajo. ¿Eso significa que la seguridad sea absoluta? No, eso significa que trabajamos con mucho rigor y mucha profesionalidad para evitar los accidentes y, si ocurriera, minimizar las consecuencias.

P.- ¿Cómo estás viviendo la crisis?

R.- Soy personal esencial, la energía es un servicio esencial y he estado trabajando en la sala de control, en turnos alternos de quince días. Dentro de la central, con muchísimas medidas de seguridad y en casa, con mi familia, tengo mujer y dos hijos, minimizando el contacto con el exterior. Todo el mundo es consciente de que tenemos que ser profesionales dentro y fuera del trabajo.

P.- ¿Qué has hecho en tu tiempo libre?

R.- Divulgar y hacer mucho deporte. Al principio sobre todo, cuando era importante concienciar a la población para quedarse en casa, fui consciente de que, como divulgador con un número alto de seguidores, tenía una responsabilidad social. No soy experto en sanidad pero sí contacto con muchos divulgadores que sí lo son y lo que hacía era retuitear o citar informaciones siempre oficiales o expertos de reconocido prestigio.

"Tenemos cada vez más información y también más desinformación"

P.- ¿Qué te parece el papel que han jugado en esta pandemia los bulos y fake news?

R.- Tenemos cada vez más información y también más desinformación. Se llegó a extender el bulo de que las antenas de telefonía movil de 5G propagaban el coronavirus. Ya es rizar el rizo, les faltó una vinculación con los terraplanistas... ¿Qué hice? Soy ingeniero de telecomunicaciones y he intentado combatir eso con todo lo que tenía a mi alcance.

P.- ¿Como sociedad vamos a sacar algo positivo de la crisis del coronavirus?

R.- Seguramente cambiarán cosas pero es difícil saberlo. Muchas empresas pueden darse cuenta de las ventajas del teletrabajo, entre otras cosas, para conciliar mejor la vida familiar. Se está demostrando que la gente está rindiendo y está siendo más productiva. Probablemente sea lo que más va a cambiar y eso significaría menos emisiones de gases de efecto invernadero porque habría menos transporte, aunque tendría que haber reajustes, por ejemplo los restaurantes que viven de la gente que trabaja.

P.- ¿A quién recomendarías tu libro ‘La energía nuclear salvará el mundo’ ?

R.- Está pensado para cualquier persona que tenga curiosidad o algún tipo de miedo relacionado con la energía nuclear y la radioactividad. No quiere decir que no haya riesgos, los hay, como en todo lo que hacemos, pero el conocimiento ayuda a perder el miedo.

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