Si algo positivo está teniendo la crisis del coronavirus sobre la vida de las personas es la drástica reducción de la contaminación en todo el mundo. A medida que la actividad económica se paraliza y se reduce el tráfico de vehículos al mínimo imprescindible, los niveles de dióxido de carbono y otras sustancias nocivas para la salud se han desplomado. Recordemos que la contaminación mata cada año a 7 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un informe de Greenpeace concluye que la contaminación en las ciudades a consecuencia del tráfico rodado se ha desplomado hasta "mínimos históricos" durante los primeros días del confinamiento según los datos analizados por Greenpeace en Madrid y Barcelona que apuntan a que los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) no llegan ni al 40 por ciento de los valores aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea. 

Greenpeace reclama que, una vez superada la crisis del coronavirus, se tomen medidas para garantizar que no se vuelvan a incumplir los niveles máximos de contaminación

El responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández, ha destacado que es "evidente" que bastan unos días sin tráfico para despejar la atmósfera. "De una situación tan difícil como la que estamos viviendo deberíamos extraer una lección: no deberíamos vacilar a la hora de tomar medidas contundentes siempre que se ponga en riesgo la salud de las personas", asegura la organización. Aunque, en este momento, la prioridad es la lucha contra la pandemia, cuando todo pase, reclaman, se deberían tomar medidas para "garantizar que no se vuelvan a incumplir los niveles máximos de contaminación fijados por la OMS".

La media de la contaminación en Madrid se situó en la primera semana de cuarentena en el 40% del límite legal, un umbral que ha incumplido sistemáticamente desde 2010

En definitiva, para la ONG, desde el 10 de marzo, el teletrabajo y la suspensión de la actividad docente han reducido "día tras día" los niveles de NO2 en Madrid y la reducción se hizo más patente el sábado cuando se aplicó el estado de alarma que limita drásticamente el uso del vehículo. Desde entonces, la media de la red apenas llega al 40% del límite legal de 40 mcg/m3, un umbral que Madrid ha incumplido cada año desde que en 2010 entrase en vigor la normativa europea.

Contaminación en Madrid

En Barcelona, por su parte, la contaminación también se ha reducido, ya que los niveles de NO2 se han desplomado lo que ha permitido cumplir con creces el valor límite que en 2019 se incumplió. "Estos registros confirman que el automóvil es el principal contaminante en las ciudades españolas. La bajada sin precedentes del tráfico por carretera ha permitido reducir la contaminación en cuestión de horas, a pesar de que otras fuentes como las calefacciones de los hogares y el transporte público han seguido funcionando. Un descenso ayudado por la meteorología del pasado lunes, que ha permitido eliminar la 'boina' casi perenne que cubre ambas ciudades", señala Fernández.

Contaminación en BArcelona

Lo ocurrido en Barcelona o Madrid ha pasado en todo el mundo. Empezamos a ver aguas transparentes en los canales de Venecia. En China, el país de origen del COVID-19,también se ha podido apreciar, primero en Wuham y después en todo el país.

En China se produjo una bajada drástica de la contaminación durante el confinamiento y ha empezado a subir con el levantamiento de las medidas

El instrumento Tropomi a bordo del satélite Copernicus Sentinel-5P de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha captado la variación de las emisiones de dióxido de nitrógeno sobre China de diciembre a marzo, periodo en que ha durado la epidemia del nuevo coronavirus en el país, revelando una drástica bajada de la contaminación por este compuesto químico en esos tres meses.

 

El gráfico muestra cómo la caída de las emisiones a fines de enero es visible, coincidiendo con la cuarentena en todo el país, y desde principios de marzo, los niveles de dióxido de nitrógeno han comenzado a aumentar, en el momento en que se han empezado a levantar las restricciones.