“Al leer los titulares de los periódicos, no puedo evitar un sentimiento de urgencia y preocupación por nuestro planeta”. Son palabras de Rania al-Mashat, ministra de Cooperación Internacional de Egipto.

La dirigente acaba de publicar un artículo en la web del Fondo Monetario Internacional [FMI] en el que asegura que el reto para los próximos años es conseguir una financiación para el clima que promueva la igualdad y ponga a las personas por delante de todo lo demás.

Rania al-Mashat, ministra de Cooperación Internacional de Egipto

Rania al-Mashat, ministra de Cooperación Internacional de Egipto

Se está registrando un número sin precedentes de eventos climáticos calamitosos

La ministra afirma que se está registrando un número sin precedentes de eventos climáticos calamitosos, como inundaciones y olas de calor, supertormentas, sequías y fuegos forestales incontrolables.

Según explica, todos ellos “están conectados con la actividad humana” y “están poniendo en peligro las vidas de las personas, provocando disrupción en las economías y causando el caos en el mundo natural”.

La necesidad de actuar frente al clima nunca ha sido más acuciante

Necesidad de actuar

Al-Mashat subraya que “la necesidad de actuar frente al clima nunca ha sido más acuciante y los enfoques innovadores para financiar la mitigación del carbono y la adaptación climática son críticas”. Según ella, ha llegado la hora de hacer realidad las promesas.

El problema es que “hoy en día, la financiación climática global está estancada en silos regionales y desfasada con el alcance y las consecuencias de la crisis”. Según sus datos, el 75 del gasto total en este ámbito se realiza en los propios países que consiguen el presupuesto.

África genera menos del 8% del total de los gases de efecto invernadero, pero recibe el 5,5% de financiación

Desigualdad climática

Una situación que genera una enorme desigualdad: “África, por ejemplo, contribuye con menos del 8% del total de los gases de efecto invernadero globales, pero acumula un montón de males relacionados con el clima, incluidas escasez de agua severa, subida del nivel del mar y enfermedades relacionadas con el clima”.

Sin embargo, el continente “recibe menos del 5,5% de la financiación para el clima global, a pesar de que las Naciones Unidas la han calificado como una región altamente vulnerable”.

Los países comparten la obligación moral de proteger el medioambiente global

Obligación moral de proteger el medioambiente

La dirigente recuerda que “los países comparten la obligación moral de proteger el medioambiente global”, tal y como  se acordó en la cumbre de Río de Janeiro, en 1992.

Según sus datos, “la cantidad de inversión para el clima necesaria para prevenir la degradación catastrófica del medioambiente es abrumadora, se estima que llegará a los 4,5 billones anuales en 2030 y crecerá hasta los 6 billones al año en 2050”.

La pandemia y la invasión rusa de Ucrania han generado un aumento en los precios de los alimentos y la energía

Covid y guerra de Ucrania

Por si todo esto fuese poco, “la pandemia del COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania han generado un aumento en los precios de los alimentos y la energía y condiciones financieras más exigentes”.

Unas condiciones que han tenido un impacto especialmente relevante en el caso de las economías emergentes “y han puesto a prueba su resiliencia socioeconómica y medioambiental, justo en un momento en el que las temperaturas se están elevando a un ritmo sin precedentes”.

Todos estos eventos han provocado el desvío de recursos y dinero de proyectos de  sostenibilidad y han provocado fuertes recortes de capital que amenazan con dar la vuelta a décadas de desarrollo ganado a base de esfuerzo.

Al-Mashat se refiere a datos del Banco Mundial que estiman que “el cambio climático podría poner en peligro el progreso del desarrollo al sumir a 132 millones de personas en la pobreza en 2030, en particular en África y sur de Asia”.

El coste de implementación de la agenda del clima excede con mucho los recursos disponibles

Necesidad de financiación

La política egipcia asegura que “el coste de implementación de la agenda del clima -en adaptación y mitigación- excede con mucho los recursos disponibles”. Por tanto “claramente, se necesita un mayor volumen de fondos”.

“Esta urgente necesidad de fondos ha provocado una llamada internacional a la reestructuración de la arquitectura financiera global para hacer frente a la acción para el clima y fomentar la inversión privada para los países con mayores necesidades”, afirma.

Por eso, Egipto ha lanzado el concepto de “financiación justa”, que “transciende las nociones de justicia climática y transición justa”. La iniciativa pone a las personas por delante de todo lo demás y se enfoca en la dedicación equitativa de los recursos.

Además, subraya la necesidad de salvaguardar la dimensión social de la transición a un futuro resiliente.