Uno de los gestos cada vez más repetidos cuando queremos elegir un lugar en el que comer o cenar es acceder a través de nuestro móvil a algún portal comparador o a esa página que acumula las opiniones de los clientes. Un dato que confirma esto es la proliferación de este tipo de plataformas online que, gracias a la inteligencia artificial en forma de algoritmo, logran unos resultados bastante confiables.

Aunque son muchas las herramientas en funcionamiento, en este apartado, Tripadvisor es la que se lleva la palma, con más de 5 millones de establecimientos registrados en todo el mundo y alrededor de 300 millones de visitantes mensuales únicos.

Cuando las opiniones de los usuarios que, por cierto, se recogen también cada vez en las webs de los propios establecimientos, son positivas, todo es alegría y satisfacción. Sin embargo, cuando sucede lo contrario, entonces surgen las disputas y el recelo entre negocios y plataformas online.

Este bien podría ser el caso de lo ocurrido en Valencia con dos restaurantes. La empresa propietaria de los mismos, Recaba Inversiones Turísticas, reclama a Tripadvisor alrededor de 600.000 euros por lo que consideran sus responsables daños morales.

El motivo se encuentra en los comentarios aparecidos sobre uno de los dos locales en el citado portal, en los cuales se hace referencia, entre otras cosas a que “estafa a la Seguridad Social”, a que en él se sirve comida tóxica o de no tener “derechos laborales”. Del mismo modo, también acusan a Tripadvisor de incluir a estos restaurantes en su plataforma sin el correspondiente permiso y de no poner control o fiscalizar las opiniones que resultan calumniosas.

El juicio se celebró ayer en el juzgado Mercantil número 7 de Barcelona, y en el mismo llegaron a declarar los máximos responsables de la compañía estadounidense, su vicepresidente Bradford Young, y su directora de Contenidos, Cathering Grace.

En sus argumentaciones, ambos defendieron los sistemas de control de la multinacional con respecto a las opiniones de los clientes de todo el mundo, garantizando que se trata de puntos de vista fiables, mediante un sistema que combina parte humana e inteligencia artificial.

Asimismo, uno de los argumentos de los que se sirvieron es que el mecanismo de Tripadvisor, una vez realizados los comentarios, otorga siempre el último comentario al propio establecimiento, sin que exista posibilidad de contrarréplica.

Por su parte, la empresa denunciante ha alegado contra el portal de viajes que la fiscalización de las opiniones no es “oportuna”, derivando en un daño al derecho al honor de las empresas, en este caso la demandante, de ahí la petición de 600.000 euros por daños morales.