El próximo 10 de diciembre, Estocolmo volverá a acoger a lo más selecto de la Física, Química, Medicina, Literatura, Ciencia Económica y… bueno, a quien quieran darle el de la Paz esta vez [en Oslo, por cierto]. La ceremonia de los premios Nobel reconocerá, una vez más, a quienes lideran el avance de nuestra civilización y, además, les entregará un premio de 9 millones de coronas suecas [unos 880.000 euros].
En El Telescopio, como cada año, tenemos nuestra porra sobre cuántas mujeres serán galardonadas en esta edición. Hasta el momento, de un total de 962 personas premiadas, solo lo han recibido 57 mujeres; es decir, unas seis de cada cien.
Curie lo ganó en dos ocasiones: Física en 1903 y Química en 1911
Marie Curie, el ejemplo
La mujer más exitosa [si se puede decir así] de los Nobel es, sin duda, Marie Curie [o Sklodowska, si prefieres utilizar su apellido de soltera], que lo ganó en dos ocasiones: el Nobel de Física en 1903 y el de Química en 1911. Así que, aunque el número de premiadas es de 57, el de galardones es de 58. Pero eso no parece cambiar mucho las cosas.
Por lo menos, hay que reconocer que las cosas están cambiando. Entre 1901 y 1920, solo hubo 4 ganadoras. En las dos décadas siguientes, la cosa mejoró pero bastante poco: 5 premiadas. Entre 1941 y 1960, solo hubo 3 y de ahí a 1980, mucho movimiento hippy y lucha por la igualdad, pero la cifra de mujeres reconocidas se quedó en 7 y entre los 80 y el cambio de siglo, 11. En lo que llevamos de siglo XXI, 28 Nobel fueron a parar a manos femeninas.
El año pasado registró el mismo número de ganadoras que en dos décadas [1901-1920]
Última edición
En la última edición, recogieron su premio 3 científicas y una escritora. Es decir, en un solo año se registró el mismo número de ganadoras que en dos décadas [1901-1920]. Así que, algo avanzamos, aunque tampoco es como para que nos entre un ataque de locura.
Entre quienes lo hicieron, se encontraba Andrea Ghez. El motivo fue “por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia”. Por supuesto, fue en la categoría de Física, lo que tiene un mérito especial, porque solo tres más lo han conseguido [y una de ellas es Marie Curie, como ya hemos dicho].
El legado de Curie
En Química, además de nuestra admirada Curie, lo han alcanzado otras seis mujeres. Una de ellas, por cierto, la hija mayor de esta, Irène Joliot-Curie, “en reconocimiento a su síntesis de nuevos elementos radioactivos”, en 1935.
Las dos últimas ganadoras en esta categoría lo lograron el año pasado. Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna, “por el desarrollo de un método de edición del genoma”. Por cierto, ya te informamos en su momento en El Telescopio.
Desde 2015 no gana una mujer el Nobel de Medicina
Medicina y Literatura
En Medicina, aunque las mujeres lo han ganado en 12 ocasiones, desde 2015 todos los premios han sido para hombres. La última en recibirlo fue la china Tu Youyou, “por sus descubrimientos relativos a una nueva terapia contra la malaria” [por si no lo has leído, te dejamos también aquí el reportaje que publicamos hace unos días sobre esta enfermedad].
En Literatura, 16 mujeres han recibido el galardón. La última también el año pasado: Louise Glück, “por su inconfundible voz poética que con austera belleza convierte a la existencia individual en universal”.
La iraquí Nadia Murad recibió el galardón con solo 25 años por su lucha contra la violencia sexual como arma en la guerra
Paz y Ciencia Económica
La categoría en la que se han registrado más premios Nobel femeninos ha sido la de la Paz. La iraquí Nadia Murad, con solo 25 años lo recibió en 2018 como reconocimiento a “sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma en la guerra y conflictos armados”.
El de Ciencia Económica es el galardón más reciente y solo lo han ganado dos mujeres. Esther Duflo lo hizo en 2019 “por su aproximación experimental al alivio de la pobreza global”; y Elinor Ostrom, en 2009 “por su análisis de la gobernanza económica, en especial los bienes comunes”.
Está claro que las mujeres están muy infrarrepresentadas en los premios Nobel. La pregunta es si eso es reflejo de la realidad de su papel en la investigación y la ciencia o si se trata de un sesgo en los jurados. Quizá sea un poco de ambas cosas, pero por lo menos nos queda el consuelo de saber que algo está cambiando al respecto.
