Se lo empezamos a contar hace unos días. Pero, ya se sabe, lo urgente muchas veces no deja tiempo para lo importante. Sin embargo, no nos hemos olvidado, por supuesto. Seguimos queriendo saber hacia dónde va la formación profesional. En nuestra primera entrega, entrevistamos a los responsables de la fundación Puentes Global. En esta segunda, hemos hablado con Juanjo Vergara, Luis Martínez y Bruno Costa. Los tres son los creadores de un proyecto muy especial.  

Luis Martínez y Marcos Escudero son profesores del centro integrado de Formación Profesional José Luis Garci, especializado en la formación profesional de técnicos en el sector audiovisual. Ambos supieron de la existencia del proyecto de Juanjo Vergara “El péndulo de Ifoulou”, que tiene como objetivo “cambiar la mirada” de sus alumnos; y decidieron unirse a él de alguna manera. Su idea fue hacer un documental sobre la experiencia de los participantes en la iniciativa.

Aprender no es suficiente: hay que vivir y sentir

Vergara es profesor de secundaria en el madrileño Instituto Barrio de Bilbao y experto en innovación educativa. Su apuesta es el aprendizaje basado en proyectos [APB]. “El proyecto surgió hace unos diez años”, explica. Y hace hincapié en la importancia de ofrecer nuevas referencias a sus alumnos: “Yo estoy formando formadores, futuros profesionales de la educación. Por un lado, tienen que aprender, pero no es suficiente. Tienen que vivir y sentir”.

Una parte del equipo técnico del proyecto

Por eso, cada año organiza un viaje al centro del Atlas: “es una zona muy especial, con unas condiciones de vida muy duras. Vamos a unas escuelas impulsadas por la fundación Acción Geoda y trabajamos con los niños y con la gente”. Según Vergara, es importante que “los futuros formadores se den cuenta de que no se trata solo de saber técnico, sino también de cambiar la mirada”. Por el proyecto han pasado ya unos 300 futuros docentes. “Bueno, ahora son docentes casi todos”, añade entre risas.

Impacto enorme
Asegura que el impacto es enorme. “Ellos creen que van a cambiar la realidad de los niños y se dan cuenta de que lo que cambia es su mirada”. Eso sí, el esfuerzo para lograrlo no es menor: “A nivel personal es una locura”. De hecho, cuenta que “cada año pienso: este es el último; pero luego digo: uno más”. Aunque se considera “solo un cartero”, porque “lo importante es la gente que va allí”.

El proyecto no cuenta con financiación: lo pagan los alumnos y los profesores

El proyecto no cuenta con financiación. “Los alumnos pagan y los profesores también”, explica.

El documental
Bruno Costa era alumno del Garci. Luis Martínez y Marcos Escudero eran profesores suyos. Él, junto a Andrés Márquez, han dirigido Dentro del péndulo. “Fue increíble poder vivir un proyecto de la misma forma que lo vivieron ellos, pero en nuestro caso para hacer un documental”, explica.

Y no solo por los conocimientos adquiridos. “Nos dimos cuenta de que además de ser una experiencia educativa muy buena, también lo era a nivel antropológico, poder grabar las diferencias culturales entre los que íbamos a realizar el proyecto y quienes vivían allí”.

Bruno Costa y Andrés Marquez son los directores del documental

Aunque la idea era contar las vivencias de los participantes en la iniciativa de Vergara, al final “tomamos la decisión de que fuera un documental que recogiera no solo la experiencia de las voluntarias, sino también la del equipo que íbamos a rodar la película”.

Oportunidad única
Para Costa, la posibilidad de participar en un proyecto de esta envergadura cuando todavía no cuentas con un título marca una enorme diferencia. “No es lo mismo una pequeña práctica que puedes hacer una semana, que el proceso de un largometraje de más de una hora. Este proyecto es una oportunidad única”.

Y, además, supone una ventaja en la incorporación al mercado laboral. “Sales con una preparación mucho más completa, en especial para un sector como este, en el que hay mucha gente muy preparada. Tienes que salir con la misma preparación o parecida que gente que lleva más tiempo”.  

Luis Martínez también insiste en la importancia de la preparación para la incorporación al mercado laboral. “En FP es especialmente importante, porque se están formando para el empleo”, explica. “Era un proyecto conjunto, en el que dos iniciativas de innovación se dan la mano. Y todo, además, atravesado por la filosofía del ADB”.

Luis Martínez, durante la presentación del documental

El proyecto llamó su atención desde el primer momento. “Nos metimos en el lío porque nos parecía un proyecto seductor, porque Marcos y yo estamos un poco locos y porque nos parecía que no hay una mejor manera de trabajar la formación académica y la educación que precisamente confrontar a los estudiantes con una realidad profesional, más allá del propio contenido social”.

“Profesionalmente volvieron habiendo hecho un máster. Y estos proyectos de innovación educativa son los que deberían estar presidiendo los programas educativos, al menos de las escuelas de FP”, afirma rotundo.