Ser elegido mejor jugador de la final de la Champions League debería ser la consagración definitiva para cualquier futbolista. El broche de oro a una temporada perfecta, con una actuación memorable en el partido más importante del año. Sin embargo, en los últimos años el galardón parece haber adquirido una especie de maldición que ya se ha cobrado varias víctimas. Desde 2019, cuatro de los últimos siete MVPs de la final europea —Van Dijk, Courtois, Rodri y Carvajal— han sufrido graves lesiones de rodilla poco después de levantar la “Orejona”.
Los otros tres, Coman, Kanté y, ahora, Desiré Doué, tampoco pudieron escapar del infortunio. El primero encadenó varias lesiones que le impidieron jugar con regularidad y terminó partiendo rumbo a Arabia, mismo caso que el segundo, y el tercero, sufrió en su último encuentro con el PSG una rotura muscular que le mantendrá alejado de los terrenos de juego varios meses. Lo que parecía una coincidencia aislada ha terminado generando debate entre aficionados, médicos y preparadores físicos: ¿existe una “maldición del MVP” en la Champions League?
2019: Van Dijk, el muro que se vino abajo
El primer aviso llegó con Virgil van Dijk, el coloso que lideró al Liverpool al título de 2019 tras frenar al Tottenham y poner fin a la hegemonía del Real Madrid. El neerlandés rozó el Balón de Oro aquel año, pero unos meses después su rodilla derecha dijo basta. La lesión lo apartó de casi toda la temporada siguiente y coincidió con el declive europeo del conjunto de Klopp, eliminado prematuramente en octavos de final ante un heroico Atlético de Madrid.
2020: Coman, héroe sin continuidad
En 2020, Kingsley Coman fue el ejecutor de su propio club de formación, el PSG, con un cabezazo que dio al Bayern su sexto título. Sin embargo, su consagración se convirtió en un punto de inflexión: lesiones musculares en cadena lo mantuvieron más de cien días fuera y marcaron el inicio de una etapa intermitente. Incapaz de mantener la regularidad en el cuadro teutón, acabó marchándose al Al-Nassr durante el último mercado estival.
2021: Kanté, el motor que se apagó
La actuación de N’Golo Kanté en la final de 2021 ante el Manchester City fue magistral: omnipresente, incansable, el alma del Chelsea campeón. Pero la historia posterior fue amarga. Entre molestias en los isquiotibiales y problemas en el aductor, el francés encadenó lesiones que lo dejaron fuera del Mundial de Qatar y precipitaron su salida de la élite europea, también rumbo a Arabia Saudí.
2023: Rodri, del gol eterno al calvario
El héroe del Manchester City, Rodrigo Hernández, pasó de marcar el gol más importante de la historia citizen a recoger el Balón de Oro en muletas. Una grave lesión de rodilla sufrida en el arranque de la temporada 2024/25 lo apartó de los terrenos de juego y puso en pausa el momento idílico que vivía el mediocentro español, que había ganado la Eurocopa el verano anterior y fue nombrado mejor jugador del mundo poco después.
2022: Courtois, milagro y tragedia
El Real Madrid levantó su 14ª Champions en gran parte por las paradas imposibles de Thibaut Courtois ante el Liverpool. Un año después, el portero belga cayó con una rotura del ligamento cruzado. Aunque logró regresar para la final de 2024, su calvario reavivó la sensación de que la gloria europea tiene un precio demasiado alto.
2024: Carvajal, otra rodilla maldita
Un año después, Dani Carvajal fue el encargado de abrir el marcador en la final ante el Borussia Dortmund. Su sexto título de Champions lo colocó en un pedestal histórico al que tan solo un selecto grupo de futbolistas ha podido acceder, pero la alegría duró poco: unos meses más tarde, se rompió la rodilla en un duelo ante el Villarreal. Ya recuperado de su rotura de ligamento cruzado, ha sufrido dos lesiones en el arranque de temporada y estará de baja los próximos tres meses.
2025: Desiré Doué, la nueva víctima
El último capítulo de esta secuencia inquietante lo protagoniza Desiré Doué, la joven promesa del PSG y MVP de la final de 2025. Apenas unos meses después de su estelar actuación frente al Inter de Milán, el extremo francés se retiró lesionado de su último encuentro ante el Lorient. Se marchó del terreno de juego entre lágrimas, ayudado por los médicos y sin, apenas, poder caminar, y fue evacuado en camilla a los vestuarios. Es la segunda lesión que sufre Doué durante la presente campaña y, a falta de las pruebas médicas, se espera que esté varias semanas de baja.
Más que a una maldición, dichas lesiones responden al exceso de exigencia tanto física como mental. El calendario, cada vez más saturado, y la tensión de las grandes citas dejan secuelas en el organismo de los futbolistas. Aun así, la estadística impresiona: siete MVPs consecutivos con lesiones significativas en los meses posteriores a la final. La superstición, inevitablemente, se cuela en el debate. Nadie quiere renunciar al premio, pero todos saben que, desde 2019, la gloria europea llega con una factura inesperada.