Dos años lleva José Manuel Soria al frente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, lleva también dos secretarios de Estado de Energía (el primero duró en el cargo 6 meses) y ha pulverizado ya todos los récords posibles de anunciar, rectificar y cambiar medidas energéticas. El resultado es que el recibo de la luz ha subido mientras el ministro dice que ha bajado, que hay una guerra total de todo el sector energético con el Gobierno, que empresas de renovables, eléctricas tradicionales y grandes fondos de inversión han puesto demandas multimillonarias contra el Estado español, un intervencionismo sin precedentes de un Gobierno que dice ser liberal, un lío regulatorio monumental y que nadie, ni el propio Ministerio, sabe cómo vamos a pagar el recibo de la luz.

Ya no se facturará por horas
El Ministerio de Industria no ha desmentido la información publicada por el periódico económico Cinco Días, según la cual ha renunciado a su anuncio 'estrella', un moderno sistema de pago por horas que desde el principio se vio como descabellado. Para empezar porque para pagar por horas hay que tener un contador digital y la inmensa mayoría de los hogares españoles tienen contadores antiguos, en segundo lugar porque ese contador digital debe estar conectado a los ordenadores de la compañía eléctrica contratada y en tercer lugar porque obligaba al usuario a estar mirando permanente internet para ver a qué horas el precio de la luz era más barato y decidir, por ejemplo, si pone la lavadora o no.
Las eléctricas avisaron que no estaban listas para esos cambios y que, como mínimo se necesitaría un año. El Gobierno anunció la medida en febrero y la quería implantar el uno de abril. Lo que dice Industria es que no retira la propuesta definitivamente, pero que la aplaza a una fecha sin determinar.

Sin sistema de precios
En España, desde hace décadas, el precio de la luz se fija en base a dos criterios: la parte regulada y la parte variable. La primera depende única y exclusivamente del Gobierno y con el del PP la parte fija del recibo ha pasado de representar un 52% a un 60% por una razón, para recaudar más. La segunda se fijaba en una subasta que siempre ha estado bajo sospecha por el método utilizado. Sin embargo esa subasta nunca fue cuestionada por el Ministro Soria, quien en julio de 2013 aprovechó que bajó el precio en la subasta para bajar el recibo de la luz, una bajada que no ha servido para compensar posteriores subidas. Pero en enero de 2014, como consecuencia de una decisión arbitraria de última hora del Gobierno con la que retiró una enmienda de los Presupuestos pactada con las eléctricas para reducir el déficit de tarifa, la luz subió un 11%. El Gobierno no estaba dispuesto a asumir el coste político, derogó la subasta y mantuvo los precios. En definitiva, cuando la subasta convenía al Gobierno era muy buena y cuando dejó de convenirle pasó a ser muy mala.

Vodevil
Derogada a golpe de decreto la subasta, el ministro Soria anunció que a finales de ese mismo mes, enero, habría un nuevo sistema de medición, luego lo pospuso a febrero, en febrero anunció un doble sistema -o pago de cuota fija o medición por horas- que entraría en vigor en abril, en marzo  anuncia que el uno de julio empezará a funcionar el nuevo sistema de fijación de precios, pero no da detalles de cómo será ese sistema. No se recuerda semejante lío en ningún Gobierno de los que ha habido en Democracia y mientras tanto el déficit de tarifa sigue galopando hasta los 30.000 millones de euros.