El Gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de la Ley de Representatividad Paritaria en vísperas de este 8M, Día Internacional de la Mujer. Una medida con la que el Ejecutivo pretende alcanzar una igualdad plena y real tanto en el ámbito público como privado, es decir, un 50-50 en las listas electorales y en los consejos de administración, ya sea de las grandes cotizadas del Ibex o de empresas más pequeñas. La presencia de las mujeres en los consejos de administración es cada vez mayor -en 2022 alcanzó el 32,37% del total en las cotizadas españolas- pero no suficiente. Ni alcanza los niveles de paridad reales del 50% ni cuenta apenas con mujeres en las altas cúpulas directivas.

La cantidad de informes sobre brecha de género y desigualdad salarial publicados en los últimos días, con el objetivo común de dejar patente la necesidad de continuar impulsado políticas de carácter feminista, son claves para entender el papel que juega la mujer en los altos cargos de las empresas españolas. El último informe del mercado de Trabajo de las Mujeres, publicado por el propio SEPE, revela que solo una de cada tres directivos es mujer. Es decir, el porcentaje de género en las cúpulas directivas se sitúa en una mujer por cada tres hombres liderando una empresa española, un 36% frente al 64% masculino que todavía impera en los grandes puestos de poder.

 

 

Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que la brecha de género aumenta en paralelo a la responsabilidad y la capacidad de decisión del cargo. Una dura escalada marcada por el techo de cristal que pocas mujeres han podido llegar a romper. Según las cifras del INE, alrededor de un 75% de las mujeres que forman parte del mercado laboral están empleadas por debajo de un superior en el organigrama de su empresa y no tienen trabajadores a su cargo. En otras palabras, ellas son el último eslabón de la cadena. El porcentaje restante hasta el 100% se reparte entre un 8,5% de trabajadoras independientes, un 7% en mandos intermedios o un 4,7% que trabajan como encargadas.

Las cifras demuestran que menos de un 5% de las mujeres presentes en el mercado laboral han alcanzado, por fin, puestos de responsabilidad en sus determinadas empresas. En concreto, un 4,3% son directivas de una pequeña empresa y solo un 0,4% dirige una mediana o gran empresa. Una idea que refuerzan otras publicaciones como la última edición del Informe de Mujeres en los Consejos del IBEX 35 y la VI Radiografía del Mercado Continuo, elaborado por Atrevia e IESE. El informe reconoce que la presencia de las mujeres en los puestos ejecutivos de las grandes cotizadas todavía es mínimo.

Las lideresas del Ibex: Botín, Ortega, Corredor y Dancausa

Beatriz Corredor como presidenta no ejecutiva de Redeia, la anterior Red Eléctrica de España; Marta Ortega, presidenta no ejecutiva de Inditex desde hace poco más de un año; Ana Patricia Botín como presidenta ejecutiva de Banco Santander y María Dolores Dancausa como consejera delegada de Bankinter son las cuatro grandes representantes femeninas en la cúpula del sector productivo nacional, reforzada precisamente tras el nombramiento de Ortega como presidenta de Inditex tras el proceso de sucesión de su padre, Amancio Ortega. Cuatro mujeres que han llegado a las cúpulas directivas de sus respectivas compañías y que, a día de hoy, todavía son objeto de críticas por parte de la sociedad, especialmente en el caso de Ana Botín y Marta Ortega por ser "hijas de".

Los datos dejan patente que la presencia de mujeres en los altos cargos empresariales está muy lejos de alcanzar una paridad absoluta o de siquiera cumplir con las recomendaciones de igualdad. Según las cifras del informe recientemente publicado por Atrevia e IESE, el 91,43% de las presidencias del Ibex 35 tiene sentado a un hombre en su sillón, es decir, ocurre en 32 de las cotizadas. Solo tres de las grandes cotizadas españolas tiene una mujer al frente, el 8,57% correspondiente del total: Inditex, Banco Santander y Redeia. Una entidad bancaria, el gestor de la red eléctrica y el gigante del retail más representativo de la marca España fuera de nuestras fronteras. Además, de los 31 CEOs presentes en las cotizadas del Ibex, solo hay una mujer frente a los demás 30 hombres: María Dolores Dancausa como consejera delegada de Bankinter.

A las cuatro lideresas del Ibex les acompañan más presidentas entre las cotizadas del Mercado Continuo. Es el caso de Esther Alcocer Koplowitz, presidenta de FCC; Lucía Comenge Valencia, a la cabeza de Prim; Rosa Isabel Aza Conejo, presidenta de Duro Felguera; Adriana Domínguez González, presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez; Sol Daurella, una de las mujeres más ricas de España y lideresa de Coca Cola Europacific Partners; Isabel Reig López, de la farmacéutica Reig Jofre, y Helena Revoredo Delvecchio, a los mandos de Prosegur.

Más allá de los altos cargos femeninos en las empresas españolas, la presencia de las mujeres en los consejos de administración ha mejorado en el último año, acercándose a una igualdad más efectiva con el número de hombres sentados en los consejos. Así, ya hay varios nombres propios como consejeras simultáneas en las grandes cotizadas. Nombres como Aurora Catà como consejera simultánea de Banco Sabadell y Repsol; Leticia Iglesias, en los consejos de administración de Acerinox y de Aena; Cristina Garmendia, en CaixaBank y Logista o Catalina Miñarro, presente en los consejos de administración de ACS y Mapfre.

Mujeres presentes en los consejos de administración. Fuente Atrevia IESE