A las nueve de la noche del martes 7 de mayo, la central eléctrica de ciclo combinado de Castelnou (Teruel) falló, a la vez que las fuentes de energía renovable (en este caso eólicas), producían por debajo de la media. Todo ello se combinó con un aumento de la demanda que no estaba previsto por Red Eléctrica Española (REE), con una diferencia de nada menos que de 3.000 megavatios a la hora (MWh). Cuando esto ocurre REE acude inmediatamente a lo que se llaman servicios de ajuste, centrales que están preparadas para atender una orden de REE por si hay desajustes en producción (como una bajada brusca de la generación) o demanda (aumento inesperado de esta) para estabilizar el sistema lo antes posible. Suelen ser centrales de ciclo combinado, que son las que más rápido pueden aumentar la generación. Estos servicios se suelen pagar muy caros aunque funcionan en periodos muy cortos. El día 7 estuvieron funcionando más de una hora, de ocho a nueve de la noche.  

Pero es que el martes hubo la combinación de descenso brusco de la producción -debido al fallo en Castelnou y a la ausencia de viento- y aumento inesperado de la demanda -parece ser que debido al partido de la Champions League entre el Barcelona y el Liverpool-, la combinación de factores hizo escalar los precios durante una hora, en la cual se pasó de los 46 euros por MWh de media a 9.999 euros, el máximo permitido por la regulación. Esto es: un aumento del 19.000%. Fuentes del sector indican a ElPlural.com que este anómalo récord se debe al excesivo precio de los servicios de ajuste y un algortimo usado por REE para las subastas de la energía, que ya provocó sobrecostes de más 4 millones de euros a los consumidores en 2017 y que, según publica Cinco Días, sigue sin modificarse. 

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya advirtió a REE de que debía revisar los mecanismos de demanda y abaratar los precios de los mecanismos de reserva, aunque hasta ahora la CNMC se ha precupado más de los casos en los que haya energía de más y no de menos, como ocurrió el pasado martes. En cualquier caso, el regulador está obligado a investigar lo sucedido, ya que el aumento excedió con mucho los tres dígitos -fueron cinco, de hecho- a partir de los cuales la CNMC debe iniciar sus pesquisas de oficio. La CNMC no ha respondido a las preguntas de este diario en el momento de publicar este artículo. 

Desde Red Eléctrica se nos confirma que ha habido "una serie de factores adversos que produjeron un incremento del coste de los servicios de ajuste del sistema". Y que el fallo en Castelnou, la escasez de energía eólica y el aumento no previsto de la demanda "condujo a que la fijación del precio de uno de los servicios de ajuste – el de regulación secundaria- que utiliza como referencia el precio de las ofertas de regulación terciaria no utilizadas-, alcanzase el precio teórico máximo de oferta (9.999,00 €/MWh)".

REE asegura que la normativa marca que el incremento de coste de estos servicios de acuerdo sea pagado por quienes causaron los desvíos de potencia en el sistema (los generadores eólicos que produjeron menos potencia de la comprometida y la demanda que consumió más de lo que había comprado en los mercados), y que lo por tanto, no afectará a la mayoría de los consumidores.

Desde FACUA-Consumidores en Acción, han declarado a ElPlural.com que les parece "lamentable" que pese a la llamada de atención de Competencia, REE no parezca haber tomado medidas al respecto y que esperan que el próximo expdiente de la CNMC ayude a prevenir más situaciones como esta.