Los sindicatos europeos reclaman a los ministros de finanzas de la Unión Europea que acuerden un paquete de ayudas de 500.000 millones de euros para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus que ya ha afectado a más de 10 millones de trabajadores y trabajadoras.
 
Las estimaciones recopiladas por la CES, de la que UGT y CCOO forma parte, muestran que el desempleo ha aumentado en al menos 4 millones desde que comenzó la crisis, mientras que más de 7 millones de personas trabajadoras tienen planes de trabajo a corto plazo.

Por eso, la CES ha pedido al Eurogrupo que apruebe varias medidas en la reunión de este martes. Por un lado, la entrega rápida del esquema de trabajo a corto plazo SURE para evitar despidos y pérdidas de ingresos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores independientes y los trabajadores de plataforma, en todos los estados miembros.

Además, pide la activación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para todos los Estados miembros y no solo para la zona del euro, priorizando el apoyo de los sistemas de salud pública y protección social sin condicionalidades macroeconómicas y la activación de fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para pequeñas empresas y servicios públicos, particularmente sistemas de salud, sin condiciones.

 Además de los 100.000 millones de euros propuestos para el esquema SURE, 200.000 millones de euros son los niveles de financiación necesarios tanto del MEDE como del BEI. Los préstamos a los Estados miembros deben ser cero o de interés negativo y para el reembolso a largo plazo.
 
Estas políticas son necesarias para hacer frente a las consecuencias inmediatas de la crisis, pero un instrumento de deuda común para emitir eurobonos será crucial para asegurar la recuperación en el mediano plazo.

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El secretario general de la CES, Luca Visentini, ha manifestado antes de la reunión del Eurogrupo: “Millones de trabajadores y trabajadoras europeos se encuentran sin trabajo y preocupados por el dinero sin culpa propia por segunda vez en poco más de una década. Los líderes europeos deben aprender las lecciones de 2008 haciendo lo que sea necesario para evitar que esta emergencia de salud se convierta en desempleo masivo a largo plazo y en otra crisis económica devastadora".