Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT han valorado positivamente las medidas incluidas en el tercer paquete anticrisis aprobado este martes por el Ejecutivo en el último Consejo de Ministros antes de finalizar el año. Sin embargo, desde la plataforma sindical encabezada por Unai Sordo critican que el real decreto se ha hecho "sin ningún escenario de diálogo social, ni siquiera consulta sobre el contenido de las mismas"

CCOO afirma que limitar la subvención de 20 céntimos para el consumo de carburantes a colectivos profesionales parece "razonable" dado el alto coste de esta medida, en torno a 6.000 millones, y su carácter "marcadamente regresivo".

También como novedad, hasta mediados del año que viene se rebaja el IVA reducido (del 10% al 5%) para el aceite y la pasta, y se suprime el superreducido (del 4% al 0%) de todos los alimentos a los que se aplica (pan común, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales).

Para el sindicato, es "urgente" aliviar el fuerte crecimiento de los precios de los alimentos (por encima del 15%) que, junto a la energía, constituyen los consumos con más peso en la cesta de la compra de los hogares de menor renta.

"Cualquier bajada de impuestos (en este caso del IVA) tiene que garantizar que repercute en una bajada proporcional de los precios, y no supone una medida que mejore los excedentes y los márgenes empresariales", han señalado fuentes sindicales

Por ello, el sindicato hubiera preferido una intervención "más granular", actuando sobre los márgenes de beneficios de las grandes empresas y grupos de empresas, para destinar esos recursos a más hogares, no solo a los vulnerables.

Para CCOO, esta "intervención quirúrgica" se podría haber complementado con un cheque de 300 euros para 9,8 millones de personas, donde el 38% se ubican en la clase media, pero el Gobierno ha optado por algo "más limitado", una ayuda de 200 euros para hogares con ingresos inferiores a 27.000 euros y patrimonio bajo, lo que alcanzaría a 4,4 millones de familias.

El sindicato echa en falta en el paquete de medidas la ausencia de medidas efectivas para limitar el crecimiento del coste de las hipotecas ligadas al incremento de los tipos de interés, a pesar de que hay más de cuatro millones de hogares que se van a ver afectados por una disminución de su renta disponible, "y que esta es una materia donde las medidas a adoptar son manifiestamente mejorables".

La posición de UGT

Por su parte, UGT ha desechado las críticas y se ha ceñido a valorar de forma muy positiva las medidas adoptadas por el Gobierno. Desde el sindicato encabezado por Pepe Álvarez afirman que el conjunto de medidas está “orientado en una buena dirección”, y pretende continuar con el propósito de limitar el impacto de la inflación en los hogares algo que ha sucedido al constatarse un descenso desde el 10,8% de tasa anual del IPC en julio hasta el 6,8%, valor en el que se encuentra en el mes de noviembre.

Sin embargo, coincide en el diagnostico realizado por CCOO, y defienden que hace falta una mayor precisión a la hora de implementar algunas de las medidas para que puedan focalizarse en los hogares de menor renta, teniendo un efecto redistributivo y ayudando a reducir la pobreza y la desigualdad.

UGT también valoró positivamente los paquetes anteriores, principalmente por su rápida respuesta y porque supusieron un buen ejemplo sobre cómo afrontar las recesiones, a diferencia de las medidas de austeridad que se llevaron a cabo en la crisis de 2008.

Respecto al impacto en los sectores industriales que más comprometidos se encuentran, las ayudas van a permitir obtener un apoyo económico y una mayor liquidez para afrontar el incremento de sus gastos de producción. Además, UGT celebra que se haya atendido a su reivindicación de prórroga durante otro año del contrato de relevo en la industria, que redunda en una jubilación parcial con mejores condiciones y en el mantenimiento del empleo en sectores tan importantes como el de la manufactura o la automoción.

También supone un acierto que se haga uso de una política fiscal expansiva para afrontar la coyuntura económica actual, donde hay una todavía elevada inflación y una desaceleración del crecimiento económico, al contrario que las respuestas que se han dado en otras ocasiones y que alargaron el periodo recesivo y ampliaron sus efectos negativos mediante la austeridad. Este tipo de respuesta ha permitido que la actividad económica no haya sufrido tanto como ha sucedido en otros países desarrollados, apoyado en una creación de empleo con mejores condiciones gracias a la reforma laboral.

Por último, cabe señalar que UGT quiere participar en nuevas reediciones de estos paquetes de ayudas para aportar ideas que beneficien a las personas trabajadoras y que sean efectivas para aminorar las consecuencias que la guerra en Ucrania está teniendo en nuestra economía