Las organizaciones mayoritarias del sector bancario CCOO, UGT y FINE han anunciado este lunes una primera oleada de manifestaciones que comenzarán este viernes 28 de octubre. Unas movilizaciones que se producirán en las distintas sedes de entidades como Santander, Caixabank, Abanca o Unicaja. La convocatoria se produce tras la negativa de las patronales CECA y AEB para tomar medidas contra la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Ambas organizaciones se excusan solicitando más tiempo para la “reflexión” y para que puedan “despejarse incertidumbres”.

Las manifestaciones previstas para este viernes por toda la geografía española se darán a las 12:00 en Madrid frente a la sede de CECA, las oficinas de Santander, las de IberCaja, la sede de la UNNAC y la del BBVA situada en Recoletos. Valencia tampoco se libra de las movilizaciones, que, en su caso, están previstas para las 10:00 en la sede de CaixaBank, concentración que coincide con la presentación de resultados de la entidad correspondiente al tercer trimestre. Por su parte, A Coruña y Málaga también acogerán a las 12:00 del viernes protestas frente a las sedes de Abanca y de Unicaja respectivamente.

Los sindicatos declaran que “se evidencia una total falta de compromiso de los Bancos con sus plantillas, a pesar de estar batiendo récord de beneficios y de retribuciones de las cúpulas directivas”. Los representantes de los trabajadores denuncian que “la realidad es contundente y se va a demostrar con la presentación de los resultados del tercer trimestre” y lamentan que “la posición de las patronales lo único que demuestra es una total insensibilidad hacia las plantillas que ellos mismos reconocen como el principal activo del sector”.

De acuerdo con las plataformas sindicales, la ola de movilizaciones responde a que, “en un entorno de beneficios récord, de incremento de los dividendos al accionariado y de aumentos exponenciales de la retribución de la alta dirección y consejos de administración, se niegan a concretar mecanismos compensatorios dignos de consideración para unas plantillas que están perdiendo poder adquisitivo por un entorno inflacionista excepcional y no previsto”.

Desde la parte sindical se hace un llamamiento a los Consejos de Administración de las entidades del sector financiero para que recuerden que “las plantillas no somos un coste numérico, sino artífices de los beneficios del sector y, muy especialmente, quienes hemos sostenido una reputación que las direcciones, con la falta de personal, medios, recursos y empatía se han encargado de deteriorar”. También exigen que, “dejen de buscar excusas, y que den instrucciones a CECA y AEB, así como a las asociaciones patronales del sector de Cooperativas de Crédito, para abordar, de forma creíble, la búsqueda de acuerdos de aplicación al conjunto de plantillas y en cuantías suficientes”.