Fumata blanca, no habrá MidCat pero si habrá gasoducto que una la península con Europa. La mañana de este jueves una reunión a tres bandas entre España, Francia y Portugal ha fructificado en un acuerdo para desarrollar un Corredor Verde que una Barcelona con la ciudad francesa de Marsella.

Este acuerdo, recientemente alcanzando y aún no proyectado está destinado a ser uno de los mayores proyectos energéticos europeos. Proyecto energético que tiene como avalista a España y su gran capacidad regasificadora. El nuevo gasoducto aprovechará las fuertes reservas de gas de la Península Ibérica para exportarlas a una Europa ávida y temerosa de un frío invierno que promete ser especialmente duro.

Las 10 claves sobre el nuevo proyecto

Un acuerdo de esta envergadura no deja de estar revestido de multitud de preguntas al respecto. La primera que se suscita es clara: ¿Si estaba proyectado un MidCat, como se llamará el nuevo gasoducto? La respuesta es sencilla -aunque no un alarde de originalidad-, la nueva infraestructura tendrá por nombre BarMar, producto de unir las primeras letras de Barcelona y Marsella

Otra pregunta recurrente es: ¿cuánto medirá el nuevo gasoducto? Teniendo en cuenta que la distancia que separa la Ciudad Condal de la francesa son unos 337,89 kilómetros, se estima que la distancia de la infraestructura ronde los 360 kilómetros en total.

En cuanto a qué transportará el gasoducto, la respuesta es más compleja de lo que pueda parecer. Evidentemente el BarMar transportará gas, pero el principal objetivo es el transporte del hidrógeno verde (energía limpia), aunque también transportará otras energías renovables.

Otra curiosidad más que reviste al futuro conducto es que también transportará gas natural pero solo de forma reducida con respecto al total y de forma transitoria y temporal.

¿Cuánto tardará el conducto en estar listo? Aunque aún no hay fechas proyectadas, se estima que la construcción del BarMar esté lista en un plazo de 4 o 5 años como máximo.

¿Qué pasará con el MidCat? Tal y como ya se ha adelantado en todos los medios, la construcción del nuevo gasoducto entierra “figuradamente” el MidCat, así como el tubo submarino de 800 kilómetros proyectado entre Barcelona y Livorno.

No obstante, la proyección del BarMar no se quedará ahí, sino que conlleva también la construcción de otro gasoducto entre la población portuguesa de Celourico da Beira y Zamora, un conducto que tendrá por nombre CelZa y que completará la unión gasística de los tres países.

Con respecto al acuerdo, resulta llamativo que tanto Macron, como Costa y Sánchez lo hallan alcanzado en una reunión de trabajo en la representación permanente de Francia en la Unión Europea que ha durado menos de una hora.

La nueva iniciativa impulsada principalmente por España y Portugal convertirá a la Península Ibérica en el nuevo hub del transporte energético europeo, del que se beneficiarán ambas partes.

Por último, habrá que esperar hasta el 8 y 9 de diciembre cuando se pactará en Alicante los plazos del proyecto y el volumen de inversión necesario para que el proyecto salga adelante, financiación que se confía venga de parte de Europa.