Standard & Poor's ya ha colocado la deuda pública española a un paso del bono basura y ahora ha puesto el foco en la solvencia del sistema financiero español, en el disparadero tras la desastrosa nacionalización de Bankia. Lo peor del informe de S&P es que alerta del deterioro generalizado de la economía española y, desde luego, no ve brotes verdes por ninguna parte.

Aviso a navegantes y varapalo al sistema financiero español, el último informe de la agencia de calificación Standard and Poor's afirma que "los riesgos para el sector bancario español han aumentado, en nuestra opinión, en el contexto del rápido deterioro de la solvencia del emisor soberano", es decir, del deterioro de la situación económica de España. No ve ni los brotes verdes de la ministra de Empleo, Fátima Bañez, ni la salida de la crisis que Rajoy anunció para 2.014. El recorte del gasto público, el aumento del paro y las medidas de ajuste no porocarán crecimiento económico y lastran la solvencia española.

Los bancos españoles han comprado mucha deuda pública
La agencia considera que los bancos españoles tendrán aún más dificultades para financiarse y basa su análisis en que las entidades españolas son las que más exposición tienen a la deuda española, porque han sido los principales financiadores del Tesoro en los momentos en los que los inversores internacionales no compraban los títulos nacionales.

El pasado mes de noviembre S&P rebajó la calificación del Reino de España al borde del bono basura, y ahora ha bajado un escalón el 'rating' a largo plazo de Bankinter (de BB+ a BB), lo que supone colocarlo por debajo del grado de inversión, y también rebaja la calificaicón de Ibercaja y CECA.

Relacionado con las dudas sobre el rescate
Varios analistas españoles han señalado a diversos medios de comunicación que la alarma de S&P está directamente relacionada con las dudas que exhibe el Gobierno sobre si pedirá o no el rescate. Incluso van más allá y señalan que si los mercados consideran que España no va a pedir el rescate, lo que implica que no se activaría el programa de compra de deuda española por parte del Banco Central Europeo, la situación puede volverse dramática para los bancos y empresas españolas.