El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido elevar los tipos de interés del país en 75 puntos básicos, hasta un rango objetivo de entre el 1,5% y el 1,75%, según ha informado este miércoles.

Esto supone un incremento 25 puntos superior a las alzas de 50 puntos básicos que había barajado el banco central estadounidense en las últimas semanas para sus próximas reuniones. Y es que la Fed no acometía una subida de tipos de 75 puntos básicos desde noviembre de 1994, bajo la presidencia de Alan Greenspan.

En un comunicado, la Fed atribuye esta subida a la guerra de Ucrania: “La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando tremendas dificultades humanas y económicas. La invasión y los acontecimientos relacionados están creando una presión adicional al alza sobre la inflación y están pesando sobre la actividad económica mundial. Además, los cierres relacionados con el Covid en China probablemente exacerbarán las interrupciones de la cadena de suministro”.

La última vez que los tipos subieron tres cuartos de punto de una vez fue en noviembre de 1994, hace 28 años, cuando Alan Greenspan elevó los intereses de los fondos estatales al 5,5% por miedo a que la economía se recalentase.

La tercera subida del año

Esta importante subida es ya la tercera del año, después de los 0,25 puntos de marzo y los 0,5 puntos de mayo. Tampoco se prevé que sea la última, ya que previsiblemente la Fed lo volverá a hacer en julio y en otoño. Con esto, lo que la Reserva Federal busca es poner fin a la inflación sin provocar una recesión, como la que se vivió en 2008, conocida como la Gran Recesión.

El mercado financiero ya se esperaba esta subida tras los datos de inflación del mes de mayo. Tras esto, la Bolsa cayó con fuerza, los tipos de interés de la deuda se dispararon y el dólar se situó en zona de máximos de los últimos 20 años frente a la cesta de las principales divisas.

La subida de tipos encarece los préstamos, enfría el mercado inmobiliario y las inversiones empresariales y, en resumen, frena la economía. No obstante, con ello esperan también frenar la inflación y no depender directamente de las condiciones monetarias.