Miguel Blesa era amigo personal de Aznar y cuando éste llegó a la Presidencia del Gobierno le designó para presidir la caja madrileña, absolutamente controlada por el Partido Popular. Su salida de Caja Madrid estuvo rodeada por la polémica, en primer lugar por la millonaria indemnización que se había otorgado a sí mismo y que Rodrigo Rato, su sucesor, le negó, y en segundo lugar porque su relevo al frente de una de las cajas más poderosas de España provocó una batalla entre Mariano Rajoy, que apostó por Rato, y Esperanza Aguirre, que quería el puesto para su número dos, Ignacio González.
Los años de la burbuja
A raíz de la entrada de España en el euro los tipos de interés tuvieron una bajada sin precedentes, inversores extranjeros colocaban aquí su dinero y se empezó a formar la burbuja inmobiliaria. Caja Madrid, como el resto de cajas de ahorros, se lanzó a financiar el sector inmobiliario acumulando un agujero que se ha demostrado gigantesco. Es llamativo que en la lista de imputados no esté Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid desde 1996 y hasta 2010, período que abarca el nacimiento, desfase y estallido de la burbuja inmobiliaria, y sí esté imputado Rodrigo Rato que "solo" ha estado dos años al frente de lo que hoy es Bankia.
Es cierto que Rodrigo Rato tiene la responsabilidad de la ruinosa fusión con la entidades valencianas y también la de la salida de Bankia a bolsa, pero el agujero de Caja Madrid no se hizo en dos años. De hecho miembros del círculo íntimo de Rodrigo Rato siempre hablaron de "la herencia envenenada de Blesa".
"Favor político" frente a criterio económico
El auto de imputación del juez Andreu es muy duro y afirma que Bankia y su matriz financiera (BFA) se gestionó pensando en el "favor político" y no "en el rendimiento económico" de sus accionistas mediante una "serie interminable de ruinosas inversiones" que los miembros del consejo de administración ocultaron manipulando las cuentas.
La Audiencia Nacional investigará las causas del mayor escándalo financiero de nuestro país, muy superior al de Banesto de Mario Conde, que le ha costado al Estado la gigantesca cifra de 23.400 millones de euros. Ese agujero obligó a España a tener que pdir el rescate financiero a Europa, lo que a su vez obligará a que se impongan nuevos recortes a los ciudadanos. Se calcula que el rescate de Bankia costará 500 euros a cada español. Pero la historia de Bankia no se entiende sin Blesa.