El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sembrado la polémica de nuevo al pedir una “pausa” en las relaciones con España. López Obrador considera que autoridades y empresas españolas se han aprovechado del país norteamericano: “Eran como dueños de México”. Más allá de los mensajes contra España a nivel diplomático, ahora el mandatario mexicano mete en el mismo saco a las empresas españolas, con el peligro que eso supone.

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Tal y como publica El Sol de México, España es el segundo país que más invierte en el país centroamericano a día de hoy -solo superado por el vecino Estados Unidos- y es el primero a nivel europeo. Un muy buen puesto en el ranking que también ratifica un informe de Banco Santander, en base a la Cámara de Comercio Española en México (Camescom).

Según los datos de la Secretaría de Economía de México, España ha invertido 76.050 millones de dólares en el país centroamericano desde el año 2000, lo que representa el 12% del total de la Inversión Extranjera Directa (IED). Las inversiones de España solo están superadas por la cantidad que destina Estados Unidos, con alrededor de 296.000 millones de dólares.

El informe de Banco Santander revela las cifras de inversión relativas a 2020, donde España ya era el primer inversor europeo en México y el segundo a nivel mundial. Además, destacaba de forma positiva que la inversión se ha mantenido constante en los últimos 20 años, a pesar del impacto de la pandemia hace ya dos años.

Las empresas españolas más representativas en México

Las compañías españolas han visto en México una oportunidad de crecer y contribuir al desarrollo económico, como uno de los países emergentes con más potencial a nivel mundial. Así, México cuenta con una fuerte presencia de empresas españolas en sectores estratégicos como el energético, financiero, telecomunicaciones, infraestructura, servicios, turismo, transportes, medio ambiente, biotecnología y aeronáutico.

Iberdrola, Acciona, Repsol, Enagás, Naturgy, Prosegur, Grupo Eulen, Iberia o Mapfre son algunas de las más populares por sus inversiones en México, dentro de una lista compuesta por más un centenar de compañías españolas con presencia en el país centroamericano. En la lista aparecen otras como Abengoa, Alten, X-Elio, Fisterra Energy con Ektria, Bas Corporation, Siemens-Gamesa, Grupo Ortiz, Ingeteam, Dhamma Energy, Elawan Energy, Sampol, Elecnor, Cepsa, Técnicas Reunidas o CHL, tal y como desvela Forbes México.

Sin embargo, el sector más atractivo es el de banca y seguros, con BBVA y Banco Santander a la cabeza del ranking de entidades financieras. En el ámbito local, se conocen como las cabeceras del “grupo de los seis”. Según las cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) a finales de 2021, reveladas por El Sol de México, BBVA y Santander concentran el 37,15% de la cartera de crédito total del sector bancario en México, con alrededor de 2,06 billones de pesos entre ambos.

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El informe de Banco Santander revela también que, según las cifras de 2020, destacan las inversiones españolas en los servicios financieros, con un 39,7% del total; seguido de telecomunicaciones y medios masivos, con un 21,2%; la inversión en energía eléctrica -con la generación, transmisión y distribución-, representando un 12% del total, y la construcción, con un 11,3%. Se trata de sectores estratégicos que han impulsado el desarrollo económico nacional, además de la creación de empleo.

Las peores críticas hacia las empresas españolas han recaído en los últimos años sobre las energéticas como Iberdrola, con una fuerte inversión en México, y especialmente sobre aquellas que están desplegando energías renovables. Y no solo han sido críticas, ya que también el regulador mexicano, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha frenado la renovación de licencias y permisos e incluso ha cancelado las subastas de energía eólica y solar, dentro de la reforma energética.

Iberdrola. Imagen EP.
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La relación escenificada

Las declaraciones de López Obrador no ayudan, sino todo lo contrario, a mejorar las relaciones entre España y el país centroamericano, no solo a nivel diplomático, sino también en el ámbito empresarial. La importancia de la relación entre México y España queda escenificada por varios factores.

Por un lado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue el primer mandatario extranjero recibido por López Obrador al llegar al cargo en enero de 2019. Solo dos meses después, en marzo de 2019, el presidente mexicano envió una carta al Rey Felipe VI pidiendo que “el Estado español admita su responsabilidad histórica” por las ofensas durante la conquista.

Una petición que se ha repetido en sucesivas ocasiones desde entonces y que ahora tiene un tinte más peligroso para las empresas españolas, a las que ha metido en el mismo saco. No obstante, las declaraciones de López Obrador sorprenden ya que hace unas semanas aseguró que las relaciones con España estaban “bien”, a pesar de las discrepancias que reconocía el propio mandatario.

Ante esto, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, confiaba: "En los próximos meses vamos a reforzar mucho las relaciones con México". No obstante, las últimas declaraciones de López Obrador parecen alejar el objetivo del Gobierno. Albares ha mostrado ahora su “sorpresa” tras las declaraciones “súbitas” del presidente de México pero matiza que se han formulado en un “contexto informal” y no suponen una “posición oficial”.

El ministro asegura que España “no ha hecho ninguna acción que pueda justificar una declaración de este tipo”, recordando que la relación es “estratégica”. “Va más allá de declaraciones verbales súbitas o palabras puntuales" -ha explicado Albares- "Lejos de la pausa, de lo que estamos hablando es de un incremento de nuestras relaciones empresariales que ambos Gobiernos debemos acompañar". Un aumento de las relaciones empresariales que habrá que ver cómo evoluciona tras las críticas de López Obrador.