El Ministerio de Trabajo ya ha iniciado los trámites para abordar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Con la convocatoria enviada a los agentes sociales para reunirse el próximo 1 de septiembre arranca un debate en el que las partes ya reafirman su postura, días antes incluso de verse las caras. Mientras los sindicatos celebran la vuelta a las negociaciones, la patronal lo tiene claro: “No es el momento de subir el SMI”.

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El debate entre Gobierno, sindicatos y empresarios comenzará el próximo miércoles pero hay que tener claro que es un debate y no una negociación. Es decir, Trabajo no necesita el visto bueno de ambas partes para aprobar la subida, prevista en una cantidad de entre 12 y 19 euros. Ante esto, ElPlural.com se ha puesto en contacto con CEOE, que reafirman las declaraciones de su líder, Antonio Garamendi, en los últimos meses.

Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha insistido en los últimos meses que no es el momento de subir el Salario Mínimo Interprofesional, sino que es momento de mantener el empleo. El líder de los empresarios españoles dejaba claro en julio que los convenios están funcionando y que las subidas se estaban llevando a cabo gracias a los acuerdos en las mesas de diálogo entre empresas y sindicatos.

"La mayoría de las empresas que tienen convenio colectivo tienen salarios por encima del SMI. Se darán algunos convenios con el SMI, pero no se da en tantos", aseguraba Garamendi. Unas palabras a las que se remiten fuentes de CEOE al cuestionar su postura en la reunión del próximo miércoles.

"Diálogo social entre comillas"

Garamendi considera que el SMI es un “diálogo social entre comillas”, una facultad del Gobierno previa consulta con los agentes sociales, pero avisa: “Es el Gobierno el que decide”. Con estas palabras, la patronal deja claro que no tiene poder de voto en el debate y todo apunta a que optará por no firmar la nueva subida del SMI.

De hecho, el propio artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores habla de “previa consulta” para su aprobación, es decir, el debate entre los agentes sociales, pero no es necesario el concurso formal de empresarios y sindicatos.

"Nosotros pensamos que en la circunstancia actual no es el momento de hablar de SMI cuando estamos en fase de recuperación", ha reconocido el presidente de CEOE. Garamendi explica esta postura basándose en varias cuestiones, entre las que se encuentran las diferencias salariales según el territorio.  

Diferencias salariales según el territorio

Según los empresarios, no es lo mismo pagar el SMI en Madrid, Cataluña o País Vasco que en Extremadura, donde el coste de vida es muy diferente. "Hablamos de una España diversa. En Cataluña, Madrid o País Vasco no me llama nadie, pero en Extremadura me llama todo el mundo", recalcaba Garamendi. Además, el problema de los convenios provinciales del campo supone otro de los argumentos para estar en contra.

El resto de argumentación pasa por que la subida del SMI no tendría en cuenta los contratos firmados entre las empresas privadas y las Administraciones Públicas; frenaría la contratación de los jóvenes -según CEOE- o que incluso, supondría un incentivo para aumentar los pagos en B, fuera de la legalidad.

La postura de los sindicatos es totalmente la contraria. Mientras unos no están a favor de subirlo, los otros reclaman el aumento y lamentan que no se haya hecho antes. La propuesta sindical de UGT y CCOO es que el SMI alcance los 1.060 euros en los próximos años, en 2023, para cumplir con el objetivo de la legislatura: situar el SMI en el 60% del salario medio.

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Además, piden que se aprueba la subida en línea con la inflación, para no afectar al poder adquisitivo de los ciudadanos, especialmente en un momento en el que los precios de la electricidad, de los carburantes y de la cesta de la compra no dejan de subir.