L’Oreal, el gigante de la cosmética y la belleza que aglutina hasta 36 marcas y está presente en 150 países, vive un gran momento en lo que se refiere a facturación (26.973 millones en 2018, de ellos 897 millones en España), pero no tanto en lo referente a reputación.

Y es que, la firma francesa fundada por Eugène Schueller en 1909 se ha visto obligada a afrontar multas millonarias en China, Estados Unidos, Francia y España por infracciones graves como espionaje industrial, deudas fiscales o prácticas ‘mafiosas’ como en el caso de España.

Las últimas sanciones que ha recibido la multinacional han sido en China. Concretamente tres: en junio, agosto y septiembre por vulnerar la ley china de publicidad. La primera fue de 25.000 euros, la segunda de 26.230 y la tercera y mas cuantiosa de 169.620 euros. En esta ocasión, las autoridades chinas consideraron que L’Oreal estaba realizando “anuncios engañosos” con respecto a su nueva esencia, especificando la función del producto de "mejorar el brillo de la piel en un 38%".

Multa de la CNMC en España

En nuestro país, L’Oreal ha tenido que asumir y pagar una multa de 23,2 millones de euros por una investigación al sector de la peluquería profesional iniciada en 2008 por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y que en 2011 concluyó con la sanción a siete compañías (L'Oreal España, Productos Cosméticos (Wella), The Colomer Group Spain, Eugen Perma España, Cosmética Cosbar (Montibello), Cosmética Técnica (Lendan) y DSP Haircare Products) y a la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). El total de la multa de la CNMC ascendía a 51 millones de los que casi la mitad, 23,2 correspondían a L’Oreal.

La compañía francesa recurrió y llegó hasta el Tribunal Supremo que dictaminó que la multa fuera del 10% de todos los ingresos de la compañía, lo que significaba un montante mucho mayor que los 23,2 millones. Finalmente, en junio de 2018, siete años después, L’Oreal pagaba la sanción a la CNMC.

Sin pagar el impuesto de sociedades en Francia

En Francia, cuna y sede de la multinacional, los problemas de L’Oreal han sido con el fisco. El pasado 20 de septiembre la compañía comunicaba que había llegado a un acuerdo con las autoridades fiscales francesas con respecto a tres de sus filiales, la marca de lujo Lancome, Cosmétique Active International y Prestige&Collections International, para el pago de 320 millones de euros, que corresponderían al impuesto de sociedades de cinco ejercicios financieros entre 2014 y 2018.

Según la compañía el desglose sería 47 millones por Lancome, 115 millones por Cosmétique Active International y 158 millones por Prestige&Collections.

El acuerdo por 320 millones se reflejaría en sus resultados como un cargo excepcional y no tendría impacto en el futuro, según el comunicado de la compañía.

Indemnización millonaria a una startup estadounidense

En Estados Unidos, L’Oreal también ha tenido que sentarse en el banquillo de los acusados por una causa de espionaje industrial y el robo de una fórmula de un decolorante de la empresa Olaplex. El pasado mes de agosto un tribunal de California condenó a L’Oreal a indemnizar con 91,4 millones de dólares a la compañía Olaplex con sede en Santa Bárbara.

L’Oreal y Olaplex iniciaron en 2015 conversaciones para la adquisición de esta última por parte de la multinacional francesa, pero las negociaciones no llegaron a buen término y fue en el transcurso cuando L’Oreal se hizo con una de sus patentes. El juez que llevó el caso considera probado que durante la ‘due diligence’ de la firma internacional a su competidor tuvo acceso a información confidencial como la tecnología que usaba, la composición de los productos, las patentes y estrategias. Fue cuando se rompieron las conversaciones cuando L’Oreal copió el producto de su rival.

El tribunal consideró culpable a L’Oreal de incumplir relaciones comerciales, de romper un contrato e infringir dos patentes. Además, concluyó que robó secretos relacionados con el decolorante de pelo.