La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ya venía amenazando con recortar su producción de crudo en un millón de barriles diarios. Finalmente, la mañana de este miércoles la organización y otros 10 productores de petróleo -Rusia entre ellos- han acordado reducir la producción del combustible el doble de lo previsto. Esta decisión se toma en un convulso escenario que viene marcado por la caída del precio, las dudas sobre la evolución de la demanda, el cuello de botella originado en la producción de crudo y la sombra que sobrevuela, en forma de sanción sobre el petróleo ruso.

Tras la incidencia de la pandemia, jalonada por numerosas reuniones virtuales, la OPEP+, formada por 23 países, se ha vuelto a reunir presencialmente la mañana de este miércoles en Viena. En este gesto se observa una clara determinación de mandar un mensaje a los mercados. Previo a la reunión, se preveía que la producción se redujera entre los 500.000 y los 2 millones de barriles diarios, finalmente se ha optado por la medida más drástica que supone un 2% del suministro global actual.

Otro punto candente que se ha abordado en la reunión ha sido el recorte del bombeo en un contexto en que los precios de la materia prima se han reducido hasta en un 25% con respecto al pasado mes de junio. Ya el pasado septiembre la OPEP, con Rusia a la cabeza, dejaban vislumbrar sus intenciones anunciando una reducción de 100.000 barriles de producción a partir de octubre.

La demanda de China

A la llegada a la reunión aún planeaba el pájaro de la duda sobre como evolucionaría la demanda de crudo en uno de los mayores consumidores de petróleo, China, cuyo gobierno aún mantiene a su población en estrecha vigilancia a causa de los rebrotes de coronavirus. Los confinamientos, la limitación en los desplazamientos y los parciales parones en el tejido industrial chino, ponen de relieve las dudas sobre la demanda del gigante asiático.

También existen serias preocupaciones con respecto al suministro, ya que la organización no es capaz de cumplir con su cuota de bombeo de curdo. Entre los 23 países que conforman el grupo solo Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos tiene capacidad para aumentar más la producción.

El límite de precio al petróleo ruso

En plena cruzada de Putin contra Europa, la decisión del G7 de topar el precio al petróleo procedente de Rusia ha hecho que las relaciones entre la OPEP y Rusia se fortalezcan. Los productores ven ese tope como un precedente peligroso de los países consumidores intentando controlar el precio. Al otro lado del bloque, Estados Unidos continúa presionando a sus aliados en Oriente Medio para que no recorten la producción de crudo, una estrategia que la Administración Biden ya está poniendo en marcha.

El recorte de la materia prima puede tener un severo impacto en los precios de los carburantes. Simplemente atendiendo a la ley oferta-demanda. Los recortes en la producción generarán una escasez de oferta, mientras que la demanda no se reducirá al mismo ritmo, esto hará que inevitablemente los precios del crudo se vean incrementados.

Efecto en las bolsas

Las bolsas mundiales también han estado pendientes de la decisión que la OPEP tomaría hoy. El Ibex 35, cotizaba esta mañana con una caída de 1,44%. En concreto, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en un precio de 91,48 dólares, con un descenso del 0,35%, mientras que el Texas cotizaba en los 86,12 dólares, con una caída del 0,46%.

El selectivo español no ha sido la excepción en Europa, el resto de las bolsas del Viejo Continente también han sufrido caídas, síntoma inequívoco que la incertidumbre no sienta bien a los mercados. La bolsa de Fráncfort y París caían un 0,9%, mientras que la de Londres experimentaba un descenso del 0,135% y la de Milán retrocedía un 1,89%.