Los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tendrán que afrontar en “los próximos tres años” el vencimiento de deuda por un total de 21,3 billones de euros, tal y como ha advertido el think tank de la institución. Los países tendrán que afrontar la situación, que se suma al fuerte incremento de los costees del endeudamiento como consecuencia de la inflación y las subidas de los tipos de interés acometida por los diferentes bancos centrales.

"2023 marca el final de un largo período de condiciones de financiación favorables para los emisores soberanos", ha señalado el secretario general de la OCDE, Mathias Corman, que ha hecho hincapié en la rápida evolución del entorno, que se ha visto agravada por los efectos financieros y económicos de la guerra en Ucrania. El informe publicado este lunes por la OCDE advierte a sus miembros que los costes de endeudamiento para los emisores soberanos "se han más que duplicado" desde 2021, con un encarecimiento del rendimiento promedio de los bonos soberanos en el momento de la emisión desde el 1,4% en 2021 al 3,3% en 2022, y parece que aumentará aún más en el corto plazo.

Esta situación expone a los Estados, que deberán enfrentarse a un riesgo elevado de refinanciamiento, lo que empujará a muchos gobiernos a gastar un mayor porcentaje de sus cuentas en el servicio de la deuda, lo que puede acarrear mayores restricciones fiscales en los próximos años. Por otro lado, el think tank con sede en París destaca que, si bien las necesidades de endeudamiento de los países de la OCDE disminuyeron en 2022, hasta situarse más de un 20% por debajo del récord de 2020 a causa de la pandemia de Covid-19, se prevé un repunte este año a consecuencia del impacto de la guerra.

De este modo, la organización estima que las necesidades de endeudamiento bruto aumentarán alrededor de un 6% en 2023, hasta un total de 12billones de euros, frente a los 11,3 billones de euros en 2022; mientras que se espera que las necesidades netas de endeudamiento aumenten en 2023 a casi 10 billones de euros (9,8 billones de euros), desde los 9,4 billones de euros de 2022. No obstante, a pesar de que el nivel de deuda pendiente de la OCDE ha aumentado en términos nominales, se ha registrado una caída en relación con PIB, bajando al 83% estimado en 2022, frente al máximo del 90% en 2020, y se prevé que la proporción se mantenga relativamente estable en 2023.

En este sentido, la OCDE señala que el creciente volumen de deuda pendiente supone una necesidad mayor de refinanciar en un período de aumento de las tasas de interés, lo que podría agregar tensiones a los presupuestos fiscales y que, en combinación con la menor liquidez del mercado, podría causar que los rendimientos sean más volátiles y sensibles a turbulencias.

Bruselas asume nuevas normas de pagos instantáneos

También este lunes, Bruselas se ha posicionado para que los proveedores de servicios de pago, como los bancos, que ofrecen transferencias de crédito estándar en euros, ofrezcan también el servicio de envío y recepción de pagos instantáneos y que, en caso de haber cargos aplicables, estos no sean superiores a los que aplican para las transferencias de crédito estándar. Además, la pretensión es que las nuevas normas mejorarán la autonomía estratégica del sector económico y financiero europeo, ya que ayudarán a reducir cualquier dependencia excesiva de instituciones e infraestructuras financieras de terceros países.

En su posición, el Consejo especifica que la implementación de las nuevas reglas ocurrirá más rápido en los Estados miembro que se encuentran dentro de la zona del euro mientras que para los proveedores de servicios de pago ubicados en países fuera de la eurozona habrá un tiempo de implementación gradual. En la primera fase, estarán obligados a realizar pagos instantáneos únicamente en horario comercial y, en un segundo paso, se aplicarán las mismas normas que para los proveedores de servicios de pago de la zona del euro.

Por otro lado, el envío de pagos instantáneos en euros desde cuentas en otras divisas sOlo será obligatorio en horario comercial para aquellos proveedores de servicios de pago que también realicen transferencias estándar en euros. Asimismo, el Consejo ha incluido una cláusula de revisión con el requisito de que la Comisión presente un informe que contenga una evaluación de la evolución de los cargos por transferencias de crédito nacionales y transfronterizas y transferencias de crédito instantáneas tanto en euros como en otras monedas nacionales de los Estados miembro.